La baja de clientes, que es aproximadamente del 30%, y los grandes gastos ocasionados por los aumentos de las tarifas llevaron a que varios actores de la industria tengan que abandonar el negocio. A JJ se le suman los casos de Guardia Vieja, en Almagro; Rampa Car, en Palermo; Nuevos Vientos, en Belgrano; y Stork, en San Fernando.
«Los hoteles que no se modernizaron están pasando un momento difícil, lo que funcionaba antes, no significa que siga funcionando ahora. Tienen que invertir en mejoras edilicias y vender otra clase de experiencias. Algunos optan por ofrecer promociones o arman paquetes de cenas. Ya quedaron en el olvido las épocas de esplendor cuando la gente hacia cola. La única solución es reinventarse para llegar a un público más joven», aseguró Victoria Ortíz, directora de la aplicación Reservatelos, a Diario BAE.
La buena ubicación y las dimensiones de varios albergues transitorios los posicionan como un activo muy buscado por desarrolladores ante la escasez de espacio en la Ciudad de Buenos Aires. Por eso, una torre de lujo reemplazará al histórico edificio de JJ ubicado sobre avenida del Libertador.