Dormir en pareja tiene múltiples beneficios emocionales, pero cuando uno de los dos ronca, el descanso puede verse comprometido. Esta situación afecta especialmente a las mujeres, que suelen tener un sueño más liviano y son más sensibles al ruido nocturno.
Cómo dormir bien si tu pareja ronca: soluciones efectivas sin romper la relación
Según la Dra. Kneginja Richter, especialista en medicina del sueño y portavoz del comité científico de la Sociedad Alemana del Sueño (DGSM), muchas mujeres eligen seguir compartiendo la cama a pesar de dormir peor. ¿La razón? Durante la etapa REM del sueño, el cuerpo libera oxitocina, conocida como la “hormona del amor”, que potencia el bienestar emocional al estar cerca de la pareja, aunque el descanso no sea el ideal.
“Probablemente por eso las mujeres soportan los ronquidos y quieren dormir junto a su pareja, aunque objetivamente duerman peor”, explica Richter.
El ronquido, más que una molestia sonora
Aunque muchas veces se considera un simple ruido molesto, el ronquido fuerte puede ser un síntoma de apnea obstructiva del sueño, una afección frecuente en hombres. Esta patología se caracteriza por interrupciones frecuentes de la respiración durante el sueño, y suele estar relacionada con factores como cuellos anchos, acumulación de grasa y vías respiratorias estrechas.
Si el ronquido viene acompañado de jadeos, pausas respiratorias o somnolencia diurna, es fundamental consultar a un profesional. Dormir mal no solo afecta el estado de ánimo y el rendimiento cognitivo, sino que también puede impactar en la salud cardiovascular.
Estrategias para dormir mejor con alguien que ronca
Cuando no se trata de un problema médico, hay varias herramientas que pueden mejorar el descanso sin necesidad de dormir separados. Entre las más recomendadas están:
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Tapones para los oídos: una solución económica y útil ante ronquidos moderados.
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Acostarse antes que la pareja: dormir primero permite ingresar en fases profundas antes de que empiecen los ruidos.
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Camas más anchas: optar por una cama de al menos dos metros de ancho puede crear una “zona de seguridad” para dormir mejor.
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Colchones individuales: ideales para reducir el impacto de los movimientos nocturnos del otro.
Y si nada de esto funciona, no hay que temer a las habitaciones separadas. Según Richter, esta elección no significa una crisis de pareja. De hecho, puede mejorar la calidad del descanso, reducir tensiones y hasta fortalecer la vida sexual.
“Las camas separadas suelen asociarse con problemas de pareja, pero en realidad pueden fortalecer el vínculo”, concluye la especialista.
Dormir bien es esencial para la salud física y emocional. Implementar estos cambios puede marcar la diferencia y ayudar a disfrutar del descanso sin resignar la conexión emocional con la pareja.