¿Qué hacer para que niños y adolescentes no caigan víctimas de abusos sexuales en Internet? Intentará responder esta pregunta, nunca tan actual como ahora, un congreso mundial que comenzará hoy en la Pontificia Universidad Gregoriana, en esta capital. Titulado Child Dignity in the Digital World (La Dignidad de los niños en el mundo digital), este congreso reunirá por primera vez a académicos, políticos y expertos de todo el mundo para hablar de un problema que afecta cada vez más a menores, en forma global.
Se estima que los niños y los adolescentes representan una cuarta parte de los más de 3200 millones de usuarios de Internet en el mundo. Esta generación con más de 800 millones de jóvenes usuarios corre el peligro de ser víctima de sextorsión (chantaje sexual), sexting (envío de textos o imágenes sexualmente explícitas a través de Internet o del teléfono celular), ciberacoso y acoso.
Zollner, que es también miembro de la Comisión para la Protección de Menores creada por el Papa en 2014, en una conferencia de prensa destacó que participarán psicólogos, sociólogos, expertos, representantes de organizaciones internacionales como Unicef e Interpol, políticos, líderes empresariales, gente de diversas religiones, así como algunos estudiantes universitarios, provenientes de todo el mundo. «Necesitamos interacción entre los diversos campos que estudian el problema, compromiso y cohesión para erradicar el cada vez más preocupante y creciente fenómeno de abusos sexuales de niños a través de internet y del mundo digital. Es una zona muy peligrosa para los chicos y no hay tiempo que perder», dijo Zollner.
Coincidió Ernie Allen, presidente de We Protect Global Alliance, que subrayó que, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, ahora por primera vez los chicos «están siendo inundados por pornografía que circula en las redes». «Antes, estos contenidos eran inaccesibles. La ‘dark-web’, la red en la que los usuarios pueden ser anónimos y que es usado por traficantes de drogas, de armas, de personas, comerciantes de imágenes pornográficas y comerciantes de chicos, se ha convertido en un monstruo», denunció Allen, que detalló que el 80% del tráfico de la «dark-web» tiene que ver con pornografía infantil y abuso sexual de menores.
Como el resto de los presentadores del congreso, este experto estadounidense dijo esperar que al final de dos días de ponencias y grupos de trabajo puedan alcanzarse un plan de acción, «concreto y creativo» para que realmente puede empezarse a erradicar este flagelo.
El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano abrirá esta tarde el Congreso, que será cerrado por el Papa el viernes, cuando recibirá en audiencia a los participantes, que le presentarán una declaración en la que figurará el mencionado plan de acción.
Hace dos semanas un prelado del Vaticano, el monseñor italiano Carlo Alberto Capella, consejero de la nunciatura (embajada) en Washington, fue acusado de posesión de imágenes de pornografía infantil, delito por el que fue convocado de regreso al Vaticano, que abrió una investigación. Preguntado al respecto Zollner recordó el compromiso por una política de «tolerancia cero» de Benedicto XVI, papa emérito, así como del papa Francisco, que cambió la legislación. «Si una persona comete un crimen debe ser condenada y punto», aseguró. Recordó los progresos que se han realizado últimamente, los viajes que él mismo ha hecho a todos los continentes para divulgar las mejores prácticas para que los niños estén protegidos y destacó el respaldo del Vaticano a este congreso, que espera signifique el comienzo de una lucha global a un fenómeno cada vez más peligroso.