A lo largo de los años, científicos y aficionados de todo el mundo intentaron descifrar el misterio y encontrar pruebas que confirmen la existencia de la extraña criatura en las profundidades del agua.
Este domingo 27 de agosto, un centro de investigación de Escocia pondrá en marcha la mayor búsqueda de la criatura que cautiva al mundo entero desde hace generaciones: el monstruo del Lago Ness.
La investigación es promovida por el Centro Loch Ness en Drumnadrochit, luego de que un grupo de profesionales de distintas áreas decidiera unir esfuerzos para, de una vez por todas, determinar qué es lo que hay bajo las aguas de este lago.
Durante el operativo (el más grande en más de 50 años) se emplearán drones equipados de escáneres térmicos, barcos con cámaras infrarrojas que sobrevolarán el lago y un hidrófono para detectar sonidos submarinos inusuales. También está previsto descender en submarino para explorar las zonas más profundas.
“Esperamos inspirar a una nueva generación de entusiastas del Lago Ness y, al unirse a este proyecto, tendrán una oportunidad real de contribuir personalmente a este fascinante misterio que ha cautivado a tanta gente de todo el mundo”, expresó Alan McKenna, investigador de Loch Ness Exploration.
La presencia de un monstruo del Lago Ness es una leyenda que se remonta a la antigüedad: existen piedras talladas, realizadas por tribus celtas que vivían entonces en la región, en las que se representada reiteradamente una misteriosa bestia con aletas.
La primera huella escrita sobre la criatura data del año 565 d.C., en una biografía del monje irlandés San Columba, evangelizador de Escocia en el siglo VI, que explicaba haberle ordenado al monstruo que se batiera en retirada.
De la primera observación moderna del monstruo dio cuenta un diario local en mayo de 1933. Un empresario de la zona y su esposa circulaban a orillas del lago cuando se vieron sorprendidos por “una enorme ola”.
En diciembre de 1933, el diario británico The Daily Mail contrató a un cazador sudafricano, Marmaduke Wetherell, para localizar a la criatura. El hombre dijo haber encontrado unas grandes huellas que, según él, pertenecían a un animal de unos seis metros de largo.
En 1934, el médico inglés Robert Wilson tomó lo que más tarde se conocería como “la foto del cirujano”, una imagen en la que se ve lo que parecen ser el largo cuello y la cabeza del animal emergiendo del agua. Según el Loch Ness Centre, hasta ahora se han notificado más de 1100 observaciones oficiales del también conocido como Nessie.
A lo largo de los años, científicos y aficionados han intentado encontrar pruebas de la presencia de un gran pez en las profundidades del lago, y hay quien ha sugerido que el monstruo podría ser un reptil marino, como un plesiosaurio.
“Este fin de semana nos da la oportunidad de registrar las aguas de forma inédita y estamos impacientes por ver qué vamos a encontrar”, explicó Paul Nixon, director general del Loch Ness Centre.
Los impulsores de la iniciativa buscaron voluntarios para vigilar cualquier movimiento en el agua o cualquier otro hecho inexplicable durante este fin de semana, pero a causa de la “demanda aplastante” por parte de los aficionados, el grupo ya no acepta más candidatos.