«Consejos para Ahorrar Combustible en un Contexto de Incremento de Precios y Aumento del Consumo de Nafta
El aumento exponencial de los combustibles en el último mes ha generado la necesidad de buscar formas efectivas de ahorrar. Según la Guía de Conducción Eficiente para Vehículos Livianos de la Secretaría de Energía, el uso del aire acondicionado puede incrementar el consumo de combustible hasta un 25%, equivalente a unos 300 litros por año. Sin embargo, existen estrategias para reducir este consumo.
Una recomendación es ventilar el vehículo abriendo puertas o ventanillas antes de arrancar, permitiendo que circule aire fresco y disminuyendo la necesidad del aire acondicionado. No obstante, se aconseja cerrar las ventanillas a velocidades superiores a 80 km/h para evitar una mayor resistencia al movimiento.
Orientar las salidas de aire también puede contribuir a un uso más eficiente del aire acondicionado, enviando frío directamente al lugar donde se necesita y ahorrando hasta un 30% de combustible. Se destaca la importancia de apagar el aire acondicionado al encender el motor para evitar un mayor consumo en ese momento crítico.
Además de estas estrategias relacionadas con el aire acondicionado, se sugiere evitar aceleraciones y frenados innecesarios, ya que afectan significativamente el consumo de combustible. La energía necesaria para acelerar y frenar frecuentemente es un factor clave en el gasto de combustible.
Otros consejos para ahorrar combustible incluyen alivianar la carga del vehículo, evitar el uso de porta equipajes que aumentan la resistencia al aire y mantener una presión adecuada en los neumáticos. También se mencionan aspectos como el uso de pantallas solares en verano, el mantenimiento de filtros de aire y aceite, y el estacionamiento en sombra para reducir el calor interno del automóvil.
En el contexto de fuertes aumentos de los combustibles en diciembre y principios de enero, muchos consideran la posibilidad de cambiar a Gas Natural Comprimido (GNC), un combustible más económico. Sin embargo, se destaca que esta transición puede tener costos entre $700.000 y $1.000.000, dependiendo de la tecnología ofrecida y el tipo de vehículo.
En conclusión, la adopción de hábitos de conducción eficiente y la consideración de opciones alternativas pueden ayudar a mitigar el impacto económico de los recientes aumentos en los precios de los combustibles.»