Algunas personas son más dependientes del teléfono de modo que lo siguen usando enchufado o lo llevan bajo la almohada, algo que puede ser sumamente peligroso y hasta negativo para el equipo.No solo por el desgaste de sus componentes, sino que tener un smartphone conectado a la corriente por más de ocho horas conlleva varios riesgos como cortocircuitos, aumento de temperatura y hasta incendios.

Utilizar constantemente el celular puede ocasionar la saturación de la memoria caché. La acumulación de datos e información en esta memoria comienza por cada acción que se realiza. Por lo tanto, el funcionamiento continuo del equipo puede provocar pequeños e inocuos problemas de sistema, pero que consumen memoria y a la larga vuelven más lento el teléfono y afectan a sus componentes.

Por esta razón, se aconseja apagar el celular en algunas ocasiones. Esto ayudará para que se libere la memoria caché, se cierren todas las aplicaciones en segundo plano y se reinicien las funciones del sistema. Se evitará que se acumulen incompatibilidades o bugs y, además, es sumamente práctico, rápido y que cualquier usuario puede realizar.

Al apagar el equipo se desactivan absolutamente todas las funciones del sistema. Esto hace que el dispositivo empiece de cero al encenderlo. Si se reinicia solo se borra una parte de la memoria caché y mantiene partes del sistema en funcionamiento mientras se realiza dicha acción.

Riesgos de cargar el celular toda la noche cuando vamos a la cama

Recargar el equipo de noche o dejarlo más horas cuando ya está al 100% no tiene efectos negativos graves en la batería. Casi todas las marcas, incluso en los modelos de baja gama, tienen optimizadores de cargas, por lo que cuando alcanzan el 100%, cortan y no siguen sobrecargando a la batería. Pero hacerlo todas las noches puede perjudicar a largo plazo los componentes internos.

Por otra parte, dejar el equipo enchufado por ocho o diez horas, tiene varios riesgos de seguridad que van más allá de la vida útil del teléfono o la batería:

  • Desgaste del cargador

El cargador de un teléfono celular consume energía pasiva, cerca de 0.2 Watts por hora. Esto hace que la vida útil del cargador sea más corta, el cable de alimentación de corriente salga perjudicado y que las patas de conexión sean desgastadas.

  • Riesgo de incendio

Olvidar el cargador del dispositivo enchufado mucho tiempo tiene un bajo riesgo que en caso de un cortocircuito en la red eléctrica pueda generar un incendio.

Además, si el enchufe, la caja o el cable de alimentación están en mal estado, puede ser más peligroso aún.

  • Aumento de temperatura del dispositivo

Recargar el celular puede provocar un aumento de su temperatura. Esto puede dañar sus componentes, calentar el material en el que esté apoyado y provocar un incendio.

Por estos motivos, lo ideal es cargar el celular antes de irse a dormir. Los expertos también sugieren apagar el equipo al menos unos minutos, dos o tres veces por semana para cuidar y alargar su duración.