Los internautas latinos usaron el buscador más famoso del mundo y las redes sociales para compartir toda su experiencia durante el evento astronómico
Un fenómeno como el eclipse solar anular que recientemente ocurrió, provocó que muchas personas corrieran a Google para consultar todas las preguntas que tenían. En consecuencia, el tema rápidamente convirtió en tendencia en toda América Latina.
Este eclipse, también conocido como “de anillo de fuego”, fue visible de manera total o parcial desde varias regiones de México, Centroamérica y Sudamérica. La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estadosd Unidos (Nasa) explicó que el fenómeno era especial e importante ya que ocurre cuando la Luna pasa entre la Tierra y el Sol, y bloqueala mayor parte de la luz de la estrella que llega al planeta.
La curiosidad por este evento llegó, como era de esperarse, a internet. A los internautas latinos les interesó indagar sobre los posibles daños en la visión que podría causar ver directamente el eclipse así como la forma correcta de observarlo. Incluso, averiguaron sobre su significado cosmológico.
El eclipse solar marcó una tendencia de búsqueda en América Latina.
Nicaragua fue el país que más buscó información en Google sobre el eclipse solar y no era para menos, ya que muchos expertos acordaron que allí estaba el mejor ángulo para divisar el evento astronómico.
Los nicaraguense le preguntaron a Google cuál era la duración del eclipse y cómo podían verlo sin lentes. Esto último sólo era posible con un telescopio dado caso que no se utilizara los lentes con filtro y certificación ISO 12312-2: 2015.
En varios países como El Salvador, Honduras y México hubo en común la búsqueda de los horarios del evento ya que variaba por zona geográfica, pero en general, la hora de inicio era cerca a las 12 del mediodía, el eclipse máximo era alrededor de la 1:30 P.M. y su finalización, más o menos, a las 3:30 P.M.
A la vez que los latinos buscaban información sobre el eclipse, compartían fotos y videos en sus redes sociales. Es que en la mayoría de países, el dían sábado amaneció nublado, lo que imposibilitaba la vista del eclipse, sin embargo, se logró divisar.
En Sudamérica, los países de Brasil, Bolivia, Colombia y Paraguay, lideraron las búsquedas. Estas regiones se caracterizaron por consultar hace cuánto no ocurría un fenómeno así en su zona geográfica y qué consecuencia traía verlo inadecuadamente.
En Brasil la últimez que hubo un eclipse solar anular fue en 1995; Bolivia en 1994 igual que en Paraguay; mientras que en Colombia, en 1998. Por tanto, en esta ocasión, fue una nueva generación que vio por primera vez en su vida un evento astronómico de dicha magnitud. Los jóvenes latinos relataron en sus redes sociales la emoción que sentía por presenciarlo y verlo.
Por otro lado, el eclipse formaba un anillo de luz, algunas personas pueden pensaban que era seguro mirarlo. Sin embargo, no lo era.
La radiación solar intensa que emitía ese anillo de luz, aunque era delgada, podía dañar las células sensibles de la retina en el ojo humano, lo que tenía el potencial de provocar daño permanente a la vista o incluso ceguera. Esta lesión es conocida como retinopatía solar, término que también fue altamente buscado en varios países latinos como El Salvador.
Para observar de manera segura un eclipse solar anular, se debían usar filtros solares especiales, gafas de eclipse certificadas o telescopios y binoculares equipados con filtros solares adecuados. Estos filtros bloqueban la mayor parte de la radiación dañina y permitían una observación segura.
Para tomar fotografías del eclipse desde el celular, se debía situar los lentes en la cámara del dispositivo.
De igual forma, fue popular a nivel regional la búsqueda de tutoriales relacionados para diseñar unos lentes de este estilo en casa. Para realizar la manualidad se necesitaba una caja de cartón larga, hojas blancas, papel aluminio, cinta adhesiva, tijeras, bisturí, un alfiler o aguja y pegamento.
Argentina, además de hacer las preguntas tradicionales cómo el horario y cuidado durante el eclipse, consultó qué rituales cosmológicos se podía hacer.