«Cada vez que diga la palabra duerme, caerás más y más profundo», le dijo el respetado abogado de divorcios Michael Fine a una de sus clientas.»Cada vez que mencione la palabra ‘placer’, no podrás contenerte o cohibirte, tu cuerpo entero es un recipiente de placer… ¿Cuándo fue la última vez que hiciste el amor? Cada vez que te toque, va a sentir una sensación increíble. A la cuenta de tres no vas a ser capaz de controlarte», continuó el letrado de la ciudad de Sheffield, en Ohio, mientras le tocaba la mano y el hombro. Segundos después, policías abrieron la puerta de su oficina y lo detuvieron. Lo estaban vigilando con una cámara oculta.
Aunque el caso ocurrió en 2014, las imágenes fueron divulgadas en los últimos días por los medios estadounidenses. En noviembre pasado, el hombre fue condenado a 12 años de cárcel por «secuestrar y abusar» de 6 mujeres y estará inscrito por 25 años en el registro de depredadores sexuales.
Según la investigación, Fine, de 59 años, aprovechaba la vulnerabilidad de sus clientas y les proponía usar un «método de relajación» antes de discutir el caso. Tras un par de ejercicios respiratorios, las hipnotizaba para hacerlas entrar en un estado de «trance» y abusar de ellas.
El abusador, casado y padre de dos hijas, fue desenmascarado cuando una de sus víctimas se dio cuenta de que no recordaba partes de su última visita al despacho de Fine y notó que su ropa estaba desarreglada. Pensó que pudo haber sido abusada y lo denunció en noviembre de 2014.
La policía decidió entonces colocar en el bolso de la mujer una cámara oculta y un micrófono, para poder atrapar al abusador «in fraganti». En la siguiente visita, Fine volvió a usar sus técnicas de hipnosis. Cuando los agentes consideraron que tenían suficientes pruebas, lo detuvieron.
«Fui a ver a Michael Fine para pedirle ayuda para salir de una situación terrible y abusiva. Le pagué para que me ayudara. Él usó mi confianza y su posición como mi abogado para obtener información sobre mis vulnerabilidades. Luego utilizó esa información no sólo para protegerme y defenderme, sino también para manipularme, herirme y abusar de mí”, declaró una de sus víctimas durante el juicio, según el Washington Post.
«En el punto más bajo de sus vidas, cuando vinieron a buscar ayuda en medio de la angustia del divorcio y las batallas por la custodia de sus hijos, usted se aprovechó de ellas. Se aprovechó de la confianza y la fe que tenían en usted abusando sexualmente de ellas», declaró la jueza Patricia Cosgrove en la sentencia. «Usted merece ser castigado», agregó antes de condenarlo a 12 años.
El abogado de Fine, John Pyle, Fine, dijo que el hombre está «lleno de remordimientos y arrepentimiento» por sus crímenes. Según el diario Chronicle Telegram, una de sus víctimas contó que ahora sufre ataques de pánico y tiene dificultades para tener relaciones íntimas.
«Tiene una condena de 12 años. Tengo una sentencia de cadena perpetua», escribió en un comunicado. «¿Es suficiente 12 años? ¿Es este tiempo suficiente para el dolor, el dolor y el sufrimiento con los que ahora tengo que vivir? Esto será parte de lo que voy a ser. Esto ahora es parte de mí – no por elección, sino por circunstancia. Doce años en comparación con una vida entera – simplemente no parece justo, ¿verdad?”, concluyó.
https://youtu.be/XvU_Fp7UJDc
