Podría recibir el título al «hotel más raro del mundo». Tal vez algunos cuestionarían si realmente lo es (un hotel). No tiene paredes, no tiene baño, ni techo, pero la gente paga 210 dólares para dormir allí y las reservas están completas hasta fines de 2017.
El hotel al aire libre Null Stern está en el medio de los Alpes suizos, a casi dos mil metros de altura. «La estrella no es el hotel sino Suiza», dice su dueño, Daniel Charbonnier. «Nos deshicimos de las paredes y lo único que queda es la experiencia».
Las comodidades de este insólito hotel son solamente un cama tamaño Queen con dos mesitas de luz y lámparas. Un baño público está ubicado a cinco minutos de caminata. También hay un camarero a disposición completa que se ocupa de las necesidades de los huéspedes, llevarles el desayuno y el resto de las comidas.
Como la demanda es tan alta, Charbonnier ya está pensando en instalar otras camas al aire libre en diferentes lugares de Suiza.