«Estimado sr/a. de Tránsito: por favor no me multe, no tengo plata para pagar estacionamiento medido» y aclaró con lapicera «menos que menos a fin de mes», escribió el propietario del auto que viviría en un edificio ubicado en Salta y Rivadavia.
Además, invitó a los agentes de tránsito a tomar café o «unos altos mates bien amargos» a cambio de evitar que le pongan una multa por no cargar la tarjeta de estacionamiento que tiene un costo de $7,50 por hora.
Lo cierto es que los vecinos que viven en la zona céntrica o los comerciantes de la zona no tienen ningún descuento para estacionar allí. Es decir, deben pagar el arancel al igual que el resto de los marplatenses.