El secreto mejor guardado de la sandía: 5 usos sorprendentes que seguro desconocías

Generalmente desechada, esta parte de la fruta está llena de propiedades que pueden aprovecharse en la cocina, la belleza y hasta en el cuidado del hogar. Descubrí cinco formas ingeniosas de sacarle provecho.

1. Pickles de cáscara de sandía

Las cáscaras de sandía son ideales para hacer encurtidos. Su textura firme permite absorber los sabores del vinagre, las especias y el azúcar, convirtiéndose en un snack agridulce perfecto para acompañar ensaladas, quesos o carnes. Solo hay que pelar la parte verde, cortar en tiras y sumergirlas en una mezcla de vinagre, agua y condimentos.

2. Mascarilla hidratante para la piel

La parte blanca de la cáscara es rica en antioxidantes y agua, perfecta para calmar e hidratar la piel. Solo hay que triturarla hasta obtener una pasta y aplicarla sobre el rostro durante 15 minutos. El resultado: una piel fresca y revitalizada.

3. Abono natural para plantas

Con su alto contenido de agua y nutrientes como potasio y fósforo, la cáscara de sandía puede convertirse en un fertilizante natural. Para aprovecharla, se recomienda picarla en trozos pequeños y agregarla al compost o enterrarla directamente en la tierra de las macetas.

4. Jugo nutritivo y refrescante

Sí, la cáscara de sandía también es comestible. Se puede licuar junto con pulpa, limón y menta para obtener un jugo refrescante, lleno de fibra y vitaminas.

5. Exfoliante casero

La textura ligeramente rugosa de la cáscara la convierte en un excelente exfoliante natural. Frotar la parte blanca sobre zonas ásperas como codos o talones ayuda a suavizar la piel. Para un efecto más intenso, se puede combinar con azúcar o sal.

Un aliado inesperado

La próxima vez que disfrutes de una sandía, ¡no tires la cáscara! Este ingrediente versátil puede convertirse en un gran aliado en tu rutina diaria, desde el cuidado de la piel hasta el mantenimiento de tus plantas.