Sin embargo, sus atributos van más allá del impulso energético. Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), los dátiles también se destacan por su capacidad para regular el colesterol y combatir el estreñimiento debido a su alto contenido en fibra. Esta característica, combinada con su riqueza en betacarotenos y luteína, convierte al dátil en un defensor de la salud visual, previniendo enfermedades degenerativas como las cataratas.
Además, los expertos resaltan su papel en la construcción muscular, no solo por su aporte de energía sino también por su contenido en azúcares y minerales, que facilitan la recuperación muscular y ayudan a prevenir calambres.
Pero quizás uno de sus aspectos más sorprendentes sea su influencia en la salud cerebral. La combinación de potasio y niacina no solo favorece el funcionamiento nervioso y muscular, sino que también puede mejorar la concentración y las capacidades cognitivas, según sugieren algunos estudios.
Y para quienes buscan perder peso, a pesar de su contenido calórico, los dátiles pueden ser aliados gracias a su capacidad para generar sensación de saciedad, reduciendo el apetito entre comidas y mejorando el metabolismo gracias a su aporte de fibra.
El dátil, un fruto que ha sido venerado desde tiempos ancestrales, resurge en la actualidad como un superalimento versátil y potente, ofreciendo una gama amplia de beneficios para la salud. A pesar de sus virtudes, los expertos aconsejan un consumo moderado y como parte de una dieta balanceada para aprovechar al máximo sus bondades.
El árbol de la vida para algunos, el alimento de los dioses para otros, los dátiles brillan nuevamente en el escenario nutricional, recordándonos que la naturaleza sigue ofreciendo tesoros cargados de beneficios para nuestra salud.