Aunque cueste creerlo, en numerosas ocasiones a lo largo de la historia, la cerveza se ha considerado una bebida saludable. Los historiadores, por ejemplo, debaten sobre la posibilidad de que nuestros ancestros recurrieran a la cerveza, en vez de al agua, para recuperar energía. En el siglo 18, la cerveza era considerada una especie de jugo prensado cuyos beneficios poco tenían que ver con la terrible y dañina ginebra. Y ahora los chicos de PETA han llegado con una nueva noticia: la cerveza es más beneficiosa que la leche.
Así, en las paradas de autobús cercanas a la Universidad de Wisconsin-Madison, que tiene fama de ser la institución con los estudiantes más parranderos, pueden verse carteles publicitarios de PETA en los que se imita un conocido anuncio de leche, pero en esta ocasión se sustituye la bebida blanca por la cerveza. Quizá no sea una táctica muy ortodoxa para reclutar veganos, pero es una a la que PETA ya había recurrido anteriormente.
En el anuncio puede leerse: «Es oficial: la cerveza es más saludable que la leche. Los estudios demuestran que la cerveza fortalece los huesos y prolonga la vida, mientras que la leche puede ser causa de obesidad, diabetes y cáncer. Sé responsable: no bebas leche». Un asterisco nos lleva a una nota en la que se cita la fuente de esta información: nada menos que la Havard’s School of Public Health y otros tres prestigiosas revistas médicas.
En una nota de prensa, la vicepresidenta ejecutiva de PETA, Tracy Reiman, dijo: «Ya se ha pronunciado el veredicto, y la cerveza gana a la leche sin ningún tipo de duda. El alcohol consumido con moderación puede ser bueno para la salud. Sin embargo, no es posible consumir productos lácteos de forma responsable cuando estos nos perjudican y además su consumo provoca el sufrimiento de miles de millones de vacas». Lo curioso es que los anuncios no incluyen la parte de beber con moderación.
«Como científico y padre, esas afirmaciones me parecen sumamente irresponsables, sobre todo teniendo en cuenta el problema de consumo excesivo de alcohol que existe en muchos campus universitarios», señaló Greg Miller, director científico del National Dairy Council, organismo estadounidense que se dedica a elogiar las bondades de los productos lácteos en la alimentación. Miller forma o ha formado parte de las juntas editoriales de varias revistas de nutrición y también ha sido editor del American Journal of Clinical Nutrition, que PETA cita en sus alegaciones. «Yo trabajo para el sector, así que no te fíes de mi palabra. Mejor consulta las Directrices dietéticas para los estadounidenses».
Se han realizado infinidad de investigaciones sobre los riesgos y los beneficios del consumo de alcohol, y a menudo los resultados resultan contradictorios. Un estudio reveló que el consumo moderado puede retrasar el envejecimiento y favorecer la salud cardiovascular, mientras que otro concluyó que beber con moderación no mejora la salud y, de hecho, incluso puede producir hasta siete tipos de cáncer.
En el sitio web de la Harvard’s School of Public Health pueden consultarse los beneficios y los riesgos para la salud que implica el consumo de alcohol. Por lo general, los expertos coinciden en una cosa: pasarse de copas no tiene nada de positivo. Y quizá todos estemos también de acuerdo en que no hace falta animar a los alumnos de la universidad de Wisconsin-Madison a que beban cerveza.
«Resulta muy desafortunado que hayan recurrido a semejantes tácticas para convertir a la gente al veganismo. Es cierto que beber alcohol con moderación puede aportar beneficios a la salud», señaló Miller, «pero precisamente uno de los problemas que tenemos en las universidades es el consumo excesivo, por lo que estos anuncios no harán sino empeorar la situación».
Por su parte, los beneficios para la salud de la leche también se han puesto en tela de juicio. Considerada durante mucho tiempo una buena fuente de calcio y vitaminas, la leche también es rica en grasas y puede causar inflamación. Algunos estudios incluso establecen una relación entre la ingesta de leche y la elevada tasa de mortalidad y cuestionan el efecto fortalecedor de los huesos que siempre se le había atribuido. Desde Harvard’s, aconsejan limitar el consumo de leche a una o dos raciones diarias y buscar fuentes de calcio alternativas.
Tanto la Harvard’s School of Public Health como el American Journal of Epidemiology se negaron a hacer declaraciones para este artículo. Otras publicaciones que contactamos no respondieron a nuestra petición en el momento de publicarlo.
El efecto que tendrán estos anuncios en los amantes de los lácteos y de la cerveza todavía está por verse, aunque parece claro que la segunda bebida es bastante más popular entre los estudiantes de una universidad tristemente célebre por organizar un desfile de Halloween en el que participan 100,000 personas borrachas y que suele acabar en disturbios. Si PETA quiere crear conciencia entre la población, debería plantearse recurrir a otros métodos.