En una sociedad donde las exigencias laborales y personales se imponen diariamente, cada vez son más los argentinos que encuentran en la conexión digital una pequeña tregua de sus responsabilidades. Tanto es así que, según datos del INDEC, más del 89% de los hogares argentinos tiene acceso a internet, y un 95,2% cuenta con al menos un teléfono celular.
El informe Digital 2024 de DataReportal indica que los argentinos pasan más de 9 horas por día conectados a internet, siendo uno de los países con mayor tiempo de conexión en América Latina.
Estas cifras no solo hablan de acceso, sino de una forma de convivir con la realidad: conectados, disponibles y muchas veces, buscando distraerse.
Microdescansos digitales a través del multitasking
En la Argentina hiperconectada de hoy, donde el celular es un dispositivo básico y el WiFi una necesidad tan indispensable como la luz o el gas, el ocio digital ocupa un lugar central en la vida cotidiana. Frente al agobio del trabajo, la inestabilidad económica y el ritmo acelerado de la rutina, miles de personas encuentran en internet una forma de evasión.
Este fenómeno, conocido como la «economía de la distracción», se define por la forma en que las personas consumen entretenimiento ligero, contenido breve y experiencias digitales inmediatas para contrarrestar el cansancio o simplemente matar el tiempo.
No se trata de grandes decisiones ni de planes elaborados: alcanza con desbloquear el celular, abrir Instagram, mirar tres videos seguidos en TikTok o desplazarse sin rumbo fijo por una plataforma de contenidos en línea.
¿Qué efectos tiene el hábito de scrollear?
Muchas veces no se navega por curiosidad, sino por inercia. El scroll infinito, es decir, desplazarse sin objetivo claro por contenidos en línea, funciona como un mecanismo ante la ansiedad, el aburrimiento y la sobrecarga cognitiva. Esto nos llevan a buscar gratificaciones simples, rápidas y accesibles.
Sin embargo, este patrón no solo afecta la calidad del descanso, sino también el foco de atención y la salud mental. Y aunque no es nuevo, se intensificó tras la pandemia, con más personas usando el celular como compañía permanente, incluso sin darse cuenta.
El celular, el dispositivo de entrada a Internet
Los dispositivos móviles dominan la escena. Datos de simpleescorts revelan que el 92,4% del tráfico en 2024 provino de celulares, principalmente Android. Esta cifra coincide con informes de uso nacional: Android posee más del 85% del mercado de sistemas operativos móviles en Argentina, según StatCounter.
Las resoluciones de pantalla más comunes apuntan a dispositivos de gama media, pensados para un consumo ágil. Además, el navegador Chrome concentra casi todo el tráfico, lo que refuerza el perfil de navegación inmediata y sin intermediarios.
La navegación en modo incógnito, por períodos cortos y desde espacios privados se convierte en la vía de escape ideal, pues la persona se desconecta del mundo exterior sin dejar de estar conectada. Un patrón que también se repite en otros países como en Colombia, donde la búsqueda de prepagos en Cúcuta y otras regiones del país se realizan a través de esta navegación.
Entre pausas y al anochecer, el momento favorito para evadirse
El análisis de tráfico por franjas horarias muestra que los picos más altos de usuarios activos en la plataforma se concentran en la franja de las 15 a las 16h y luego de medianoche, entre las 23 y 00h. Es decir: después del almuerzo y antes de dormir.
Este patrón también se confirma en plataformas como Google Trends y redes sociales. El usuario argentino recurre a internet durante sus descansos, momentos en los que no está plenamente disponible para producir, pero tampoco se encuentra del todo desconectado.
Por día de la semana, los lunes, martes y viernes lideran en volumen de visitas. Los domingos por la noche también presentan un alza, reforzando la hipótesis del «ritual digital» previo al inicio de la semana laboral.
Estas son las tendencias de búsqueda para distraernos
No todo el contenido vale como escape. Lo que más se consume en estos momentos de desconexión son plataformas de streaming, redes sociales visuales (Instagram, TikTok), delivery, astrología, memes, videojuegos casuales y sitios con contenido adulto.
Según la Fundación COLSECOR, el 90,8% de los argentinos accede a redes sociales todos los días, mientras que un 71% escucha música en línea. Además, TikTok se posiciona como la red con más tiempo de uso mensual: 1.206 minutos por usuario, por encima de Instagram o Facebook, según datos de Statista.
En el caso de SimpleEscorts, el tráfico muestra un comportamiento muy específico: picos entre semana, en horario fuera del laburo, con búsquedas cortas, localizadas y desde móvil. Una tendencia que también se repite en otros países de Latinoamérica, como es “delivery cerca de mí” o escorts Guerrero en México. En definitiva, todo apunta a una necesidad emocional inmediata, sin rodeos.
Navegar en internet, el hábito más desarrollado para desconectar
La economía de la distracción es el reflejo de una sociedad que necesita pausar, pero no siempre puede permitirse frenar. Entender los patrones de consumo digital es también una forma de entender el estado emocional de una población que, frente a la incertidumbre y el cansancio, elige conectarse para no colapsar.
En esa conexión constante, entre el meme, el video corto y el scroll automático, hay mucho más que entretenimiento: hay una necesidad urgente de escape de la realidad que nos rodea.