Es sabido que en la parte norte de nuestra Patagonia se han llevado a cabo diversos e interesantes descubrimientos con relación a animales de viaja data, y en esta ocasión, un grupo de arqueólogos encontraron al denominado Tika Ginocchio, un esfenodonte que convivió con los grandes dinosaurios hace 95 millones de años.
Un estudio de los doctores Sebastián Apesteguía y Fernando Garberoglio, del Conicet y la Fundación Azara, con Raúl Gómez de la Universidad de Buenos Aires logró identificar a una especie desconocida de los esfenodontes. El trabajo científico fue publicado en el último número de la revista científica argentina Ameghiniana.
Los restos fósiles de 95 millones de años fueron hallados en La Buitrera, una localidad fosilífera situada cerca de Cerro Policía, en el noroeste de Río Negro. El material estudiado incluye un esqueleto incompleto con restos de cráneo además de otros dos restos craneanos, lo que permite decir que el animal tendría un cráneo de unos 4 centímetros de largo y un cuerpo de entre 25 y 30 centímetros.
Cabe destacar, que la Buitrera se viene estudiando desde 1999 y proveyó una impresionante lista de hallazgos completamente nuevos como dinosaurios carnívoros del grupo de los velocirraptores, cuello-largos, cocodrilos omnívoros a herbívoros con hocico de zorro, lagartijas, serpientes con patas, mamíferos driolestoideos de hocico largo, tortugas y peces pulmonados.
Su nombre, Tika Giacchino
Tras el análisis de los fósiles, los científicos pudieron identificar de qué se trataba un tipo particular de esfenodonte, que llaman “esfenodontino”. Le pusieron el nombre Tika giacchino, en honor a dos personas que contribuyeron a los hallazgos paleontológicos que se realizaron en la región.
Los esfenodontes son un grupo de reptiles emparentados muy cercanamente con los lagartos. Son más antiguos que los dinosaurios pues se originaron hace unos 240 millones de años, a principios de la Era Mesozoica.
Durante el PeríodoTriásico (250 a 200 millones de años), en que el mundo estaba conformado por un único continente, Pangea, los esfenodontes se distribuyeron por todo el mundo y dieron lugar a numerosos linajes. Sus primos, los lagartos, también se distribuían lentamente por el mundo.
Más adelante, los esfenodontes se fueron haciendo comunes entre la fauna de vertebrados continentales. Sus restos fósiles quedaron en diversas regiones del mundo, y se encontraron en Gran Bretaña, China, América del Norte, Brasil, entre otros países del mundo.
¿Qué fueron los esfenodontes?
Los esfenodontes fueron evolucionando a la sombra de los dinosaurios, ya que durante el Jurásico (hace entre 144 y 200 millones de años), los esfenodontes, que eran de tamaño más bien reducido, adquirieron una gran variedad de denticiones y dietas. Había insectívoros, carnívoros (clevosaurios), piscívoros (pleurosaurios) y, hacia fines del Jurásico, aparecieron herbívoros (eilenodontinos).
En tanto, a principios del Cretácico (hace unos 140 millones de años), las poblaciones de esfenodontes se habrían reducido, mientras ocurría la expansión que tuvieron los escamados, como los lagartos y las serpientes. Este fenómeno no fue tan fuerte en el hemisferio austral, por lo que los esfenodontes siguieron siendo importantes hasta fines del Cretácico.
De la época de fines del Cretácico se han hallado varios esfenodontes en la Argentina, entre ellos los enormes esfenodontes herbívoros de La Buitrera, de un metro y medio de longitud, así como los esfenodontes Kawasphenodon y Lamarquesaurus. Sin embargo, ninguna de estas formas es un esfenodontino, es decir, un pariente cercano del actual “tuátara” o Sphenodon de Nueva Zelanda.
Sólo un registro había hasta ahora sugiriendo este parentesco, el de un maxilar aislado procedente de fines del Cretácico de Río Negro (70 millones de años). Los restos fósiles que se identificaron ahora son de 95 millones de años.
En aquellos tiempos del Cretácico, un vasto desierto se había formado entre los actuales territorios de las provincias de Río Negro y Neuquén, el Kokorkom, o “desierto de los huesos”. Las arenas depositadas, endurecidas, compactadas y petrificadas, se conocen hoy como Formación Candeleros.
Los esfenodontes fueron una de las víctimas de la extinción de fines del Período Cretácico. Es la misma que eliminó a los grandes dinosaurios.
Según el equipo científico de Apesteguía y sus colegas, la extinción de la mayoría de los esfenodontes queda demostrado por la escasa presencia en el registro fósil del Terciario desde hace 65 millones de años aproximadamente