La costumbre que podría obstaculizar tu felicidad

En este contexto, el psicólogo Tal Ben-Shahar destaca que el éxito, a menudo buscado de manera obsesiva, puede ir acompañado de una sensación de decepción. Contrariamente a la creencia común, los logros no garantizan la felicidad, ya que nos hemos educado para perseguir el éxito sin considerar plenamente las consecuencias.

Ben-Shahar recalca que el principal indicador de la felicidad reside en el tiempo de calidad compartido con quienes nos importan y a quienes les importamos. Para superar la falacia de la llegada, sugiere que centrarse en la obsesión por ser feliz puede socavar la propia felicidad.

El Dr. Jamie Gruman respalda esta idea, argumentando que aquellos que invierten esfuerzo en pensar en la felicidad tienden a ser más felices que aquellos para quienes la felicidad no es una prioridad. No obstante, la obsesión con la búsqueda constante de la felicidad puede ser contraproducente.

Para liberarse de esta falacia, se destaca la importancia de ser conscientes de ella y reconocer que no implica renunciar a metas. Establecer propósitos puede generar satisfacción, tanto en el ámbito laboral como personal. Además, se aconseja abandonar la repetición de frases como «seré feliz cuando…» y dedicar más tiempo a agradecer lo que nos hace felices día a día. Se sugiere adoptar la filosofía japonesa del wabi-sabi, apreciando la felicidad presente en lugar de obsesionarse con la futura.