Los presuntos fragmentos del cráneo de Beethoven regresarán a Viena
Un médico austríaco adquirió en 1863 trozos de hueso de la cabeza del célebre compositor. Su heredero anunció que estaría probada la autenticidad de los restos
Ludwig van Beethoven fue uno de los más grandes compositores de todos los tiempos y uno de los hombres que cambió para siempre la historia de la música. A más de 195 años de su muerte, todavía sigue habiendo misterios. En estos días, unos fragmentos de cráneo, presuntamente de Beethoven, han regresado a Viena, donde fue enterrado el legendario compositor alemán del siglo XIX.
El empresario estadounidense Paul Kaufmann donó los fragmentos, que heredó, a la Universidad Médica de Viena, donde los investigadores sondearán las enfermedades que sufría el empresario y la causa de su muerte. “Aquí es donde deben estar los huesos, en Viena”, declaró Kaufmann a la prensa.
El forense austriaco Christian Reiter dijo que los 10 fragmentos, entre ellos dos más grandes, uno de la parte posterior de la cabeza y otro del lado derecho de la frente, tenían “gran valor”. “Hemos recibido aquí un material realmente valioso, con el que esperamos seguir investigando en los próximos años. Ése era también el deseo de Beethoven”, comentó Reiter.
Beethoven, cuyas obras para piano, de cámara y sinfónicas figuran entre las más importantes de la música clásica occidental, murió a los 56 años en 1827 tras años de lucha contra dolencias desconocidas, incluida una sordera creciente en sus últimos años.
“El compositor luchó contra la enfermedad durante toda su vida y pidió explícitamente que se estudiara su cuerpo”, remarcó Reiter y agregó: “Se cree que los fragmentos son los únicos que se conservan del cráneo de Beethoven”. Kaufmann, cuyos antepasados judíos huyeron de los nazis, dijo que encontró los fragmentos en una pequeña caja con la inscripción “Beethoven” en una caja de seguridad familiar en un banco francés en 1990. Se supone que el tío abuelo de Kaufmann, el médico austriaco Franz Romeo Seligmann, los adquirió en 1863 durante la exhumación del cadáver de Beethoven. Según Kaufmann, los fragmentos serán analizados para confirmar su pertenencia al fallecido compositor, que murió en Viena.
Misterio sobre la causa de la muerte
Las pruebas disponibles sugieren que son auténticos. En 2005, un grupo de científicos estadounidenses anunció que las pruebas realizadas en el cabello de Beethoven y en los fragmentos de cráneo mostraban que murió envenenado con plomo, lo que también podría haber sido responsable de su pérdida de audición. Los investigadores del Laboratorio Nacional Argonne del Departamento de Energía de EE.UU. en Illinois afirmaron que los fragmentos óseos, analizados en la instalación de rayos X más potente del país, presentaban altas concentraciones de plomo, coincidiendo con los hallazgos anteriores de plomo en su pelo.
Se desconoce el origen del plomo, pero dicen que pudo proceder de una copa de vino fabricada con este metal. Por otra parte, algunos tratamientos médicos de los siglos XVIII y XIX utilizaban metales pesados como el plomo y el mercurio. Beethoven sufrió dolores abdominales a los 20 años que fueron empeorando progresivamente, y el compositor acudió a un gran número de médicos en busca de una cura. En marzo, los investigadores que secuenciaron el genoma de Beethoven a partir de muestras de pelo autentificadas afirmaron que la insuficiencia hepática, o cirrosis, fue probablemente la causa de su muerte, provocada por diversos factores, entre ellos el consumo de alcohol.