Fidelina, una mujer de 96 años, encontró en su gallo Coco más que una mascota, es su gran compañero en la casa. Sin embargo, los vecinos no lo ven así y la denunciaron ante la Municipalidad de Neuquén por ruidos molestos.
Es que Coco comienza a cantar todos los días a las 5.30 y repite su canto unas 6 o 7 veces al día. De esta manera, el gallo quedó en medio de la disputa entre la anciana y sus vecinos.
Liliana, hija de la mujer de 96 años, contó que su mamá padece mal de Alzeihmer, pero desde que le regalaron el ave hace un año, su salud mejoró. «Ella no dormía de noche y deambulaba. La medicación psiquiátrica que le daban le quitaba el apetito y eso hace que la persona fallezca pronto», contó Liliana.
Desde que tiene el gallo, la mujer se despierta todos los días a las 5.30 con el cantar de Coco y pasa tiempo hablando con él y dándole comida. «La pongo en su silla de ruedas y la dejo con Coco y ella está hasta dos o tres horas entretenida con el animal. En invierno la abrigamos mucho, pero igual se queda. Vimos que eso dio resultados y los médicos avalan que es así», agregó su hija.
Lo cierto es que una vecina denunció a la Dirección de Zoonosis de Neuquén que no podía dormir por la presencia del gallo. Ahora, desde el municipio intimaron a la mujer a que se deshaga del gallo o, de lo contrario, la multarán.
«Es una injusticia porque no se sabe cuánto va a durar ella o el gallo y no es que sea molesto el canto», se lamentó Liliana.