Un set de cuchillos de cocina bien variado es un gran aliado para evitar una lucha titánica al deshuesar un pollo o destrozar la hogaza de pan al cortarla. Además, tener los filos adecuados para carne, verdura o queso garantizan una tarea más sencilla en la cocina.
Estos son sólo algunos de los cuchillos que siempre vienen bien:
- Cocinero. Es el comodín para cortar, limpiar y picar verduras de todo tipo. Tiene una hoja ancha de filo liso, fuerte y estable.
- Queso. Es el más raro en apariencia pero los agujeros de su hoja permiten que pase el aire y evitar que se pegue el queso blanco, y que se resquebraje el duro.
- Santoku. Esta cuchilla japonesa sirve para rebanar, cortar y picar carne, pescado y vegetales de una manera limpia y prolija gracias a sus alveolos antiadherentes.
- Mondador. Es chiquito, filoso y puntiagudo. Parece de juguete pero en realidad es ideal para pelar y cortar frutas y tubérculos.
- Pan. Un buen cuchillo de pan garatiza rodajas perfectas en vez de un montón de migas y corteza desparramadas sobre la tabla de cortar.
- Carnicero. Tiene que estar siempre muy bien afilado porque se usa para trozar la res de manera prolija a pesar de los huesos o cartílagos.
- Deshuesador. Esta cuchilla de hoja delgada y curva con filo lisoes la solución ideal para no luchar contra el pollo.