Perro que ladra, ¿realmente no muerde? El origen de este popular refrán

Una frase que ayuda a ilustrar conductas humanas pero llevada a lo literal, ¿realmente es así? «Perro que ladra no muerde» es el dicho que ilustra la conducta de aquel que hace alarde pero que solo se estaciona en las palabras y poco hace en la práctica

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Pero llevado a lo literal, ¿los perros que ladran realmente no muerden? El refrán puede aplicarse a muchos casos, para aquellos que provocan y solo se quedan en palabras como para aquellos que por su aspecto intimidan pero son inofensivos. Utilizamos metáforas animales ya que sus manifestaciones son muy ilustrativas y evidentes.

Pero en lo textual «perro que ladra» no es exclusivo de los poco mordedores, hay caninos que amenazan y finalmente terminan atacando. Entonces, ¿por qué surge este refrán? El proverbio generalmente hace referencia a que las amenazas ruidosas no siempre representan un peligro real. La frase en inglés «A barking dog never bites» está registrada desde el siglo XVI, pero la idea se encuentra en latín escrito en las obras del historiador romano Quintus Curtius, según información del sitio web Oxford Reference.

El origen del popular refrán que ilustra los comportamientos de “solo alarde”

No se sabe exactamente cuál es el origen verdadero del refrán pero según algunas teorías este surge de los pueblos campesinos del oriente de Europa, que a partir de la observación de sus perros de pastoreo descubrieron que estos ladraban mucho para mantener al rebaño unido y en movimiento. Sin embargo, muy rara vez se lanzaban a atacar o a morder, lo que dio origen al refrán. Según el veterinario Juan Enrique Romero, el ladrido no es más que un “grito de alerta” que prende las alarmas de una manada que tiene como objetivos avisar a los cachorros más débiles que vuelvan al refugio y reunir a los integrantes para trasladarse a este estado de advertencia.

¿Solo miedo? Los perros que ladran solo buscarían asustar

Algunos ataques de perros son silenciosos, pero los más frecuentes son los que van precedidos de un gruñido, según el especialista. Tal señal de alerta es un estado anterior al ladrido en la que normalmente el perro mostrará sus dientes para luego atacar.

Las mascotas ladran cuando se sienten invadidas por el miedo y según diversas observaciones esto lo hacen con el propósito de asustar a la amenaza. De acuerdo a algunas concepciones solo se trata de perros temerosos que intentan evitar una confrontación, pero esto no se aplica en todos los casos, y seguro existirá ese canino que se atreva a enfrentar el peligro.

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