Un estudio neurológico revela que cuando las abuelas ven a sus nietos, se activan áreas específicas de sus cerebros relacionadas con la empatía emocional, lo que podría explicar el intenso vínculo que desarrollan con ellos.
¿Por qué las abuelas parecen querer más a sus nietos que a sus hijos? La ciencia tiene la respuesta
La percepción de que las abuelas parecen querer más a sus nietos que a sus propios hijos ha sido tema de conversación durante mucho tiempo. Ahora, un estudio científico ofrece una explicación neurológica a este fenómeno. Según una investigación liderada por el Dr. James Rilling, profesor de Antropología y Psiquiatría en la Universidad de Emory, cuando las abuelas ven a sus nietos, ocurre algo único en sus cerebros que podría explicar la intensa devoción que sienten hacia ellos.
El estudio, que originalmente se realizó en 2021, consistió en escanear los cerebros de varias abuelas mientras observaban fotos de sus nietos, de entre tres y doce años. Los resultados fueron reveladores: se detectó una fuerte actividad en áreas del cerebro relacionadas con la empatía emocional. Según Rilling, «eso sugiere que las abuelas están orientadas a sentir lo que sienten sus nietos cuando interactúan con ellos. Si su nieto sonríe, sienten la alegría del niño. Y si su nieto está llorando, experimentan su dolor y angustia».
Lo que hace que este estudio sea especialmente interesante es el contraste que se observó cuando las abuelas veían fotos de sus propios hijos, ya adultos. En este caso, la actividad cerebral se concentraba en zonas asociadas con la empatía cognitiva, lo que significa que podían entender lo que sus hijos sentían, pero no necesariamente lo experimentaban de la misma manera. En cambio, con los nietos, la empatía emocional, que implica sentir directamente las emociones de otra persona, era la respuesta predominante.
Además, Rilling y su equipo están analizando muestras de saliva para comparar los niveles de oxitocina, conocida como la «hormona del amor», entre abuelas y mujeres de la misma edad que no lo son. También se están explorando posibles efectos del rol de abuela en el envejecimiento del cerebro, con la hipótesis de que este vínculo podría ralentizar el proceso de envejecimiento. Rilling planea realizar estudios a largo plazo para observar cómo cambia la actividad cerebral y los niveles hormonales antes y después de que las mujeres se conviertan en abuelas, y también tiene previsto investigar el «cerebro de abuelo».
Por otro lado, un estudio sobre el envejecimiento realizado en Berlín, que siguió a más de 500 personas de 70 años o más durante 20 años, encontró que los abuelos que cuidaban a sus nietos tenían una tasa de mortalidad más baja que aquellos que no lo hacían. Además, numerosos estudios han documentado los beneficios que los nietos obtienen al tener abuelos involucrados en sus vidas.
En resumen, la ciencia confirma que el vínculo entre abuelas y nietos tiene una base biológica sólida, explicando por qué este amor puede sentirse tan profundo y especial.