Las usuarias afectadas volaban con un pasaje especial, el que permite volar si hay espacio en el avión a los familiares de empleados de la compañía.
United Airlines defendió a su vigilante. La aerolínea cuenta con un apartado dentro de su reglamento para estos pasajeros en concreto que dice que puede impedirse el acceso a los aviones a las personas que no vayan correctamente vestidas, aunque no define con claridad qué es, según ellos, una vestimenta adecuada.
«Estos pasajeros están representando a la compañía y por eso no pueden ir con calzas, pantalones rotos, chanclas o cualquier otro artículo que permita ver su ropa interior», declaró un portavoz al diario The New York Times. «No es que queramos que vistan de traje y corbata, queremos que vayan cómodos, pero con buen gusto», añadió.
Las redes sociales se plagaron de respuestas ante la decisión de la empresa, alegando que el uso de calzas puede tener que ver, por ejemplo, con el hecho de que las mujeres quieran viajar de manera cómoda.
Las dos jóvenes, apuntan desde la aerolínea, accedieron a cambiar su vestimenta y pudieron completar su viaje en el siguiente vuelo de United Airlines.