Revolución canina: Crean la primera autoescuela para perros

Con 18 habitantes por kilómetro cuadrado de media, un país ha demostrado ser más abierto a la integración del perro como mascota en la sociedad, especialmente en las ciudades. En el campo y al igual que en otros países, es común su uso como animal de granja que realiza trabajos de seguridad y guía de otros animales.

Sin embargo, la asociación SPCA de Auckland ha llevado la utilidad de este animal de compañía a otro nivel: creando una autoescuela para perros. Conseguirlo no ha sido nada fácil.

Tras ocho semanas de entrenamiento, estos perros son capaces de realizar todas las maniobras esenciales en la conducción de un coche, marchas incluidas. Para ello, la asociación SPCA ha tenido que realizar algunas adaptaciones al vehículo. Por ejemplo, se colocaron solapas en el volante para facilitar el giro y se ajustaron los pedales de freno y aceleración a la altura de la pezuña delantera, similar a la configuración de un coche para personas con alguna discapacidad física.

Este innovador proyecto demuestra no solo la capacidad de los perros para aprender y adaptarse a nuevas tareas, sino también la creatividad y el compromiso de la SPCA de Auckland en la búsqueda de nuevas formas de integración y utilidad para los animales de compañía en la sociedad.