La técnica conocida como «descanso profundo sin dormir» promete aliviar el insomnio y renovar la energía sin necesidad de cerrar los ojos. Científicos respaldan sus beneficios.
¿Se puede descansar sin dormir? el método nsdr suma adeptos en tiempos de estrés
En un contexto donde el estrés crónico y la falta de sueño afectan a millones de personas, surge una alternativa innovadora: el NSDR (Non Sleep Deep Rest), o “descanso profundo sin dormir”. Esta técnica, que gana cada vez más popularidad, plantea una nueva forma de recuperación física y mental sin necesidad de dormir por completo.
Según explicó la médica Susan Biali Haas en diálogo con GQ, el NSDR no reemplaza las ocho horas de sueño recomendadas, pero puede ser una herramienta clave para quienes no logran dormir de forma continua. Se trata de una práctica guiada que induce a un estado entre la vigilia y el sueño, permitiendo reducir el estrés, mejorar la concentración y hasta equilibrar el estado de ánimo.
Una pausa sin dormir: cómo funciona el nsdr
El concepto fue avalado por un estudio de la Universidad de Nueva York, que demostró que solo 13 minutos diarios de NSDR pueden generar efectos positivos en personas con dificultades para meditar. Al escuchar audios específicos de relajación durante al menos 20 minutos, se activa un estado de relajación profunda, caracterizado por una baja del cortisol (la hormona del estrés) y un aumento de dopamina, generando una sensación de bienestar notable.
Lo interesante del NSDR es que no es una siesta ni una meditación convencional. Requiere concentración guiada, respiración consciente y la disposición de silenciar los pensamientos para alcanzar una calma mental.
No es un reemplazo, pero sí un alivio
Si bien el NSDR no sustituye el sueño nocturno, puede ser una solución parcial para días de agotamiento extremo o interrupciones del descanso. Es un recurso útil para quienes enfrentan rutinas exigentes y necesitan recargar energías de manera rápida y eficaz.
Para que funcione, la clave está en la constancia. Incorporarlo a la rutina, como parte de una estrategia de bienestar integral, puede marcar la diferencia en el manejo del estrés y la calidad de vida.
En definitiva, el descanso profundo sin dormir propone una visión alternativa del descanso: menos asociada al sueño tradicional y más enfocada en la regeneración consciente. ¿Estamos preparados para redefinir cómo descansamos?