Rainer Schimpf, fotógrafo y director de una agencia de viajes de buceo alemana con base en Port Elizabeth, Sudáfrica, fue tragado por una ballena la semana pasada cuando realizaba una inmersión a 25 millas de la costa. Al cabo de unos segundos, lo devolvió cerca de la costa sano y salvo.
«Todo pasó muy rápido. Se hizo la oscuridad y sentí la presión en el muslo. En ese momento sabía que una ballena me había agarrado», explicó el buceador en un vídeo en en el que relató todo lo que sucedió.
Schimpf relató que «de manera instintiva» contuvo el aliento.»Asumí que la ballena me escupiría en algún lugar del Océano Índico», dijo al diario británico The Telegraph. Y así fue, tras unos segundos la ballena soltó al hombre de 51 años a pocos metros de la costa, sano y salvo, junto al cardumen de peces que había atrapado en el mismo acto.
El fotógrafo no perdió la calma. «No hay tiempo para el miedo en una situación así, tenés que usar tu instinto», afirmó.
Su esposa, Silke, y un fotógrafo llegaron a documentar la escena y las imágenes muestran las dos piernas de Shimpf fuera de la boca del rorcual, un espécimen raro y difícil de fotografiar, que se alimenta de pequeños peces y crustáceos.
El buzo, una vez a salvo, no esperó mucho para regresar al agua.«Verificamos si el material estaba bien, que no tenía ningún hueso o costilla rota. Todo estaba bien», contó.