¿Te gustan los tests visuales de personalidad? Son un genial entretenimiento para pasar el rato y, quizás, descubrir cosas ocultas sobre tu personalidad.
El test viral de esta ocasión es de los inquietantes: deberás decidir cuál de las 8 imágenes te dan más miedo. Así sabrás muchos más detalles sobre tu personalidad: qué temes realmente y cómo superar ese miedo.
Si te fijas, en todas las imágenes hay puertas. Literales y metafóricas. Hay una explicación.
En el mundo de la simbología, una puerta o umbral oscuro es el inicio de un viaje iniciático que cambia al protagonista de forma radical. Las tinieblas dan miedo porque son inciertas, pero es la única forma de salir de la zona de confort, explorar nuevos rincones y evolucionar.
Recordá que estos tests visuales tienen 0 credibilidad científica o terapéutica. Están hechos para que pases un buen rato, no para que te los tomes como dogma.
Si elegís la imagen 1
Si temes entrar en la cueva helada, es muy posible que busques amor y compañía; personas que calienten tu interior. Desde fuera pareces alguien que lo tiene todo, que consigue lo que se plantea. Poca gente sospecha que temes a la soledad, a la decepción y a la traición.
Es precisamente este miedo a decepcionar lo que te impide encontrar el amor auténtico, aquello que anhelas. No idealices las relaciones: nadie es perfecto y nadie en su sano juicio esperará que seas ideal. Salí de ahí, conocé a nuevas personas y descubrí a aquella alma que acabará por derretir tu miedo frío y desolador.
Si elegís la imagen 2
Si te da miedo el túnel de la segunda imagen, seguramente significa que estás a punto de embarcarte por un arduo proceso emocional, o que lo necesitas, pero no lo sabes. La oscuridad y la decadencia que casi reptan por sus paredes simbolizan todos los traumas, pesares y dolores que deberás aceptar para purificarte y salir por fin de este túnel.
La gran linterna que necesitas para alumbrar este paraje y acabar este viaje tenebroso es la confianza en vos mismo. Podes superar más obstáculos de los que crees. Eso no quiere decir que no va a doler: sufrirás, pero saldrás más fuerte de esta situación. Sigue adelante, paso a paso si es necesario, y pronto verás la luz al final del túnel.
Si elegís la imagen 3
Si sentiste escalofríos al observar el pozo de esta imagen, seguramente es que te sentís atrapado en tu pozo particular. Lo que más temes es la rutina y el aburrimiento que protagonizan tu día a día y que te aprisionan casi sin darte tiempo o energías para probar actividades diferentes que te liberen del tedio. Hasta puede ser que te sientas solo, que nadie se asomará a darte una mano.
Lo que necesitas para llegar a la superficie es, irónicamente, no querer salir tan pronto del pozo. Mira a tu alrededor. Seguramente hay más oportunidades para aprender y descubrir gente nueva. Solo que estás muy preocupado con tus pensamientos y emociones asfixiantes. Busca un asidero que te guste y verás cómo sin darte cuenta escalas hasta llegar a una situación más flexible.
Si elegís la imagen 4
Si temes la sola idea de entrar de rodillas por esa madriguera angosta, seguramente temes lo impredecible, lo que se sale de tu zona de confort. Cierto, por un lado estás a gusto con tu trabajo, tus amigos, tu familia, tus actividades… pero quizás encontrás mejores oportunidades si te atrevés a ensuciarte un rato y contactar con las raíces de tu subconsciente.
Tu mejor arma es la curiosidad. Es como el conejo blanco que atrajo a Alicia hacia el alocado País de las Maravillas. Hacete preguntas que motiven tus ganas de explorar. ¿Qué harías si no tuvieras miedo? ¿Qué harías de verdad si hoy fuera tu último día en la Tierra? Si tu yo de la infancia te viera, ¿sentiría orgullo de tu vida actual?
Si elegís la imagen 5
Si te da miedo entrar en esa choza abandonada, seguramente sos una persona perfeccionista con unos estándares muy elevados sobre cómo debe ser la vida y todo lo que le rodea. Para vos es impensable entrar en esa pocilga pero… ¿no notaste mucho estrés y ansiedad al estar siempre pensando en cómo perfeccionar tu presente?
Pensá en lo que te aguarda al otro lado de la puerta: satisfacción emocional. Y, con ella, paz y dicha. Llevas demasiado tiempo atascado en tus ideales que no te dejan vivir con calma y serenidad. ¿Cuánto hace que no disfrutas plenamente del presente, sin buscarle sus peros? Pues adelante: tirá a la basura todo eso y entrá en el lugar que más temes. Verás que no es para tanto.
Si elegís la imagen 6
¿Te da mucho miedo la choza precaria? Es posible que hayas reordenado toda tu vida para buscar una seguridad eterna, para vos, para tu familia y tus allegados. Temes que de repente todos tus esfuerzos se vengan abajo, como los pilares endebles que apenas sostienen la caseta de la foto. El problema es que la seguridad perfecta no existe.
Este miedo constante en el que vivís bloquea tus ideas, tu inspiración. En otras circunstancias, tomarías un martillo metafórico y arreglarías esa casa hasta convertirla en una fortaleza. Y ese es tu gran poder: convertir hasta las ideas más endebles en resultados productivos que hasta pueden generar riqueza. Pero no conseguirás pensar así hasta que no aceptes la inseguridad diaria.
Si elegís la imagen 7
Si lo que más te da miedo son las escaleras que bajan hacia el sótano, seguramente vivís una vida por todo lo alto. Disfrutás del día a día a tope, saltás de una actividad a otra, tenes miles de amigos para nunca estar solo. Pero no te das cuenta de la basura que crea este estilo de vida: tus malos hábitos, tu falta de objetivo principal, tu ausencia de conexiones… te aguardan… en el sótano.
Va a dar miedo tener que descender para recoger todo el desorden que tiraste ahí abajo. Pero la recompensa es sumamente valiosa: tu salud mejorará, tendrás más claro qué es lo que realmente querés en la vida. Podrás seguir divirtiéndote, claro. Pero ese sótano que simboliza tu bienestar estará ordenado y pulcro, listo para servir de refugio cuando necesites descansar.
Si elegís la imagen 8
¿Sabes por qué te da tanto miedo esa puerta azulada? Lo azul en el mundo de la simbología suele representar fluidez y cambio. Seguramente sos una persona disciplinada. Con sus horarios, sus valores que respeta y sus pasos bien planificados. Ahora bien, ¿y si esta vida ordenada que has creado es una cárcel que te impide evolucionar, dirigirte hacia una nueva fase más importante?
Para salir de esta cárcel, deberás pasar tarde o temprano por esa puerta azulada. Lo que te espera al otro lado es incierto: si te dejas llevar por las corrientes del destino nunca sabes a dónde irás a parar. Pero hacete esta pregunta: ¿sos realmente feliz y dichoso con la vida que has forjado ahora mismo? ¿O hay algo dentro tuyo que anhela escapar hacia lo nuevo y lo indómito?.
Fuente: www.businessinsider.es