El dolor de cabeza se describe como una sensación de malestar o dolor en la cabeza, el cuello y/o el cuero cabelludo y, aunque muchas personas lo desconocen, los perros también pueden sufrirlo. Puede estar originado por múltiples causas, como la tensión muscular, el estrés, la falta de sueño o la deshidratación. Si tienes un perro como mascota, debes saber cómo detectar el dolor de cabeza y cómo actuar.
Dolor de cabeza en perros
La causa del dolor de cabeza generalmente se relaciona con una presión intracraneal anormalmente elevada y puede surgir por diversos motivos, lo que dificulta su identificación. Por este motivo, es fundamental que observes el comportamiento de tu mascota y, si comienza a mostrar conductas inusuales, llévale al veterinario lo antes posible. Es importante destacar que no debes medicar por tu propia cuenta al perro, ya que esto podría poner en peligro su vida.
La aversión del animal a la luz puede ser un indicador clave de que le duele la cabeza. Puedes percibirlo si evita zonas de la casa con mucha luz o busca refugio en habitaciones más oscuras y rincones. Además, es posible que observes a tu perro entrecerrando o guiñando los ojos con mayor frecuencia para reducir la cantidad de luz que le llega.
Si tu perro tiene dolor de cabeza, es probable que también se muestre sensible al tacto, sobre todo en la región alrededor de los ojos y las sienes. Si tu perro suele ser muy receptivo a las caricias y de repente evita esta atención, es un claro indicativo de que algo no va bien.
Muchos perros manifiestan signos de tensión cuando les duele algo, como lamerse con frecuencia, jadear o pasear inquietos por la casa. Estos comportamientos pueden indicar diversos problemas, desde ansiedad por separación hasta dolor de cabeza.
Un dolor de cabeza en animales, al igual que en humanos, puede hacer que duerman más tiempo de lo normal. Es posible que el perro pase más tiempo durmiendo y muestre menos interés en actividades que antes le gustaban, como jugar o salir a pasear.
Crea un espacio de descanso tranquilo, fresco y oscuro para tu perro y mantenle alejado de otras mascotas y niños para evitar interrupciones y que esté relajado. Puedes aplicar compresas calientes o frías de manera suave en la espalda o el cuello. Teniendo en cuenta que las sensibilidad al tacto es un síntoma común, evita el contacto físico especialmente en la cabeza.