Novak Djokovic se prepara para regresar al circuito. Recientemente convertido en padre por segunda vez -su esposa Jelena dio a luz a la pequeña Tara a principios de septiembre-, el serbio consiguió que Andre Agassi lo siga acompañando en 2018. Y a su equipo de trabajo le sumó a un argentino: el fisioterapeuta Ulises Badio.
Badio nació en Córdoba pero, hijo de padre italiano, se formó como fisioterapeuta en Motta di Levenza, una comunidad de Véneto, y trabajó en el Ospedale Riabilitativo di Alta Specializzazione.
En el tenis no es ningún paracaidista. Después de un curso de especialización en medicina del deporte en Estados Unidos y de otro para el tratamiento de patologías en el hombro, empezó a formar parte del staff de terapeutas del circuito ATP.
«En los tenistas la parte más vulnerable es la de los tendones del hombro«, reveló en una nota con el diario italiano La Tribuna di Treviso hace un tiempo. Y, en su labor como fisioterapeuta de la ATP, tuvo la suerte de tratar a campeones como Rafael Nadal y Roger Federer.
Ulises Badio junto a Roger Federer. (La Tribuna di Treviso)
Ahora atenderá a Djokovic a tiempo completo. Además de a Badio, el serbio contará con un nuevo preparador físico, el italiano Marco Panichi.
Djokovic, de 30 años, contrató a Agassi en mayo de 2017, meses después de romper con el alemán Boris Becker tras tres años de exitosa relación. Y su trabajo con el estadounidense continuará después de la inactividad por la lesión en el codo.
Justamente se espera que el serbio regrese en enero en Australia, cuando dejará de estar en el top 10 por primera vez en una década.