En un impactante giro de eventos, un joven de 26 años de Indonesia, identificado como AK, se enteró que su esposa, Adinda Kanza Azzahra, era en realidad un hombre llamado ESH con intenciones de estafarlo. El descubrimiento ocurrió 12 días después de su boda, cuando AK decidió investigar las extrañas actitudes de su pareja.
El joven notó que su pareja siempre vestía niqab y evitaba cualquier tipo de intimidad, lo que levantó sus sospechas. Motivado por estas conductas inusuales, AK decidió indagar más a fondo y visitó la antigua casa donde su esposa decía haber vivido. Allí se encontró con los padres de ESH, quienes estaban vivos a pesar de que él había afirmado que estaban muertos.
Los padres revelaron que ESH había estado vistiéndose como mujer desde 2020 y que su voz aguda había ayudado a mantener la farsa. Esta práctica, aunque rara, es conocida en algunas zonas de China e Indonesia.
Con la verdad al descubierto, AK denunció a ESH, quien fue arrestado y ahora enfrenta cargos por fraude. De ser hallado culpable, podría enfrentar una condena de hasta cuatro años de prisión.
Este caso ha conmocionado a la comunidad local y destaca la importancia de la confianza y la transparencia en las relaciones. La historia de AK sirve como un recordatorio de las potenciales consecuencias de las estafas emocionales y financieras.
