En redes sociales y sitios web, abundan los tests de personalidad y desafíos que buscan revelar aspectos curiosos del comportamiento humano.
¿Verde o azul? El test que pone a prueba la percepción del color
Uno de los más recientes en viralizarse es un experimento visual que explora cómo percibimos los colores: ¿vemos verde o azul?
El nuevo debate viral en internet
Este test de percepción cromática ya generó revuelo entre los usuarios. Similar al fenómeno del vestido que dividió al mundo en 2015 —¿blanco y dorado o azul y negro?—, esta prueba invita a reflexionar sobre cuán subjetiva puede ser nuestra visión del color.
Según publicó The Guardian, el neurocientífico visual y programador Dr. Patrick Mineault diseñó este test tras una discusión doméstica con su esposa, la oftalmóloga Marissé Masis-Solano. El motivo: un desacuerdo sobre el color de una manta. Él la veía verde, ella azul. A partir de esa diferencia nació IsMyBlue.com, una página que permite a los usuarios descubrir dónde se encuentra su punto de quiebre entre el verde y el azul.
Cómo funciona el test
La prueba es completamente interactiva y se realiza online. Los participantes deben observar una serie de colores que cambian gradualmente entre tonos verdes y azules, y seleccionar en cada caso cuál perciben. Al finalizar, la plataforma revela el punto de transición individual y lo compara con el de los más de 1,5 millones de usuarios que ya completaron el test.
“¿Vemos los mismos colores? Es una pregunta que filósofos y científicos se hacen desde hace siglos. Las percepciones son inefables, y pensar que cada persona ve el mundo de una manera distinta resulta fascinante”, explicó Mineault.
Casi imposible: el test de inteligencia que solo el 17% logra aprobar
Otro desafío que circula por internet es conocido como el “test de inteligencia más corto del mundo”. Consta de solo tres preguntas y, a pesar de su aparente sencillez, solo el 17% de quienes lo realizan logran responderlo correctamente.
El test fue desarrollado en 2005 por Shane Frederick, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y utilizado en una investigación aplicada a 3.000 personas, incluyendo estudiantes de universidades como Yale y Harvard. A pesar de su nivel académico, el 83% no superó la prueba.
“La dificultad del test no radica en la complejidad de las preguntas, sino en la necesidad de inhibir respuestas impulsivas que parecen correctas a simple vista”, explicó Frederick. La prueba se transformó en un ejemplo clásico para evaluar el pensamiento reflexivo frente a las respuestas intuitivas.