El increíble recorrido de Franco Armani hasta llegar a River y ser pedido para la Selección

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Muchos han descubierto a Franco Armani recién ahora. Quizás porque gran parte de su carrera la hizo en el fútbol colombiano, donde terminó siendo ídolo de multitudes en Atlético Nacional de Medellín, club en el que fue campeón de la Copa Libertadores 2016. Pero detrás del arquero de River hay una historia. Para algunos puede ser atípica. Aunque no deja de ser un camino de superación con el objetivo que los jugadores de su nivel tienen cuando se inician: llegar a un grande de la Argentina y soñar con la Selección. Este presente que vive Armani hoy le fue augurado por cuatro técnicos que lo formaron en su carrera. A pedido de Clarín, Oscar Torres (Casilda), Felipe De la Riva (Deportivo Merlo), Sergio Escobar y Juan Carlos Osorio (Nacional de Medellín) reconstruyen la historia futbolística del arquero de River que con sus fabulosas atajadas pide arco en la Selección.

Los comienzos en Casilda

A los cinco años, el pequeño Franco Armani tenía una melena rubia y ya usaba los guantes. También un buzo verde que su mamá Analía le había comprado porque él quería «uno como el del Pato Fillol».

Franco Armani, ya con guantes y un buzo verde, en Aprendices Casildenses, el club en el que se inició.

Franco Armani, ya con guantes y un buzo verde, en Aprendices Casildenses, el club en el que se inició.

Se inició en el baby fútbol de Aprendices Casildenses, cerca de su casa de Casilda (localidad ubicada al sur de Santa Fe), su lugar natal. Y su primer entrenador fue Oscar Torres. Con él dio sus primeros pasos. Y después, ya adolescente, lo dirigió en Alumni de Casilda, equipo en el que también estaba Damián Musto, ex mediocampista de Rosario Central. Un detalle: ambos clubes (Aprendices Casildenses y Alumni) tuvieron a Jorge Sampaoli, el hombrecito de Casilda que hoy está al mando de la Selección, como DT.

Los brazos cruzados de Franco Armani para posar en la foto con el equipo de Alumni, en el que debutó en la Liga de Casilda. En la otra punta, Oscar Torres, el entrenador, con campera negra.

Los brazos cruzados de Franco Armani para posar en la foto con el equipo de Alumni, en el que debutó en la Liga de Casilda. En la otra punta, Oscar Torres, el entrenador, con campera negra.

“Honestamente, le veo lo mismo que hace ahora. A mí no me sorprende para nada lo que está atajando. Hay que tirarle con una ametralladora para hacerle un gol. Es un arquero increíble. Es el típico arquero de club grande y con exigencia». Y agregó: “Si era por él, quería que le llegaran 100 veces por partido para atajarse todo. Siempre quería estar activo. Terminó siendo el mejor arquero de la Liga (de Casilda) con 16 años”.

Hace dos semanas Franco Armani y Oscar Torres se reencontraron en Casilda. El arquero de River fue a visitar a su primer entrenador.

Hace dos semanas Franco Armani y Oscar Torres se reencontraron en Casilda. El arquero de River fue a visitar a su primer entrenador.

En un momento de la charla, Torres mostró sus credenciales de entrenador. Y elaboró una teoría por la que cree que recién ahora, que Armani está en River, se habla de la posibilidad de que vaya a la Selección Nacional. “Franco no fue bien observado en Atlético Nacional. Si lo hubieran seguido mejor, habría tenido su chance antes”, afirmó. ¿Y ahora? “Tiene que estar en la Selección, no cabe ninguna duda. Yo acá ya le veía condiciones como para que llegue a este momento. Después se discutirá si ataja él o (Sergio) Romero, que es un excelente arquero y tiene muchos partidos en la Selección. Pero Franco tiene que estar…”.

El click en el Ascenso

Tras destacarse en la Liga de Casilda y pasar por las Inferiores de Central Córdoba de Rosario, a Armani le salió la chance de someterse a una prueba en Estudiantes de La Plata. Y quedó. Sin embargo, en el club platense estaba tapado y no tuvo oportunidades. Eran los tiempos de esplendor de Mariano Andújar…

Entonces, decidieron cederlo a préstamo. Y se fue a Ferro. Allí jugó apenas un encuentro oficial. Lo hizo debutar el recordado entrenador Carlos Trullet. Pero la primera experiencia de Armani no fue buena. Le hicieron cuatro goles (tres de ellos el delantero Jonathan López, hoy en Ben Hur, de Rafaela) en la derrota 4-0 ante Atlético de Rafaela. Fue el 13 de abril de 2008. A mitad de ese año, Armani no tenía lugar en el equipo de Caballito. Era el tercer arquero. Hasta que se encontró con Felipe De la Riva y con Deportivo Merlo y su historia futbolística hizo un click.

Franco Armani en Deportivo Merlo.

Franco Armani en el equipo de Deportivo Merlo que dirigía Felipe De la Riva.

“No teníamos arquero ni plata”, le contó De la Riva (actual técnico de Villa Dálmine, en la B Nacional), quien en ese momento dirigía a Deportivo Merlo, en la Primera B Metropolitana. “Fuimos a buscar al segundo arquero de Ferro, que era Fernando Otarola,,a pero nos encontramos con que todos nos hablaban muy bien del tercero, que era Armani”, recordó.

¿Qué hizo De la Riva? El mismo lo detalla: “Lo llamé y le dije que necesitaba un arquero, pero que no había mucha plata. Me dijo que él quería atajar, que en ese momento no le importaba el dinero. Lo cité para el otro día que jugábamos un amistoso con Español. Lo puse y la rompió. Enseguida se ganó el puesto”.

Armani conservó la valla menos vencida de esa temporada (2008/09) en la B Metropolitana y logró el ascenso a la B Nacional, luego de vencer en la Promoción a Los Andes, con el humilde Deportivo Merlo.

De la Riva, al igual que Torres, no se sorprende de lo que está viendo ahora. “Siempre fue un monstruo. Lo mismo que están viendo todos ahora, sus ex compañeros de Merlo y yo lo vimos hace diez años. Era un animal (sic) mí en ese momento. Un arquero distinto”, reconoció el ex entrenador de Armani.

En aquel momento, mientras compartían el trabajo en Deportivo Merlo, en una charla de pretemporada, De la Riva le dijo sin vueltas, claro y contundente: “Vos vas a ser el arquero de la Selección».

El salto a Colombia

Enero de 2010. Hindú Club. Atlético Nacional, de Medellín está de gira por la Argentina y, en el medio, jugó un amistoso con Deportivo Merlo. Los contactos de Alejandro Lipara, uno de los gerenciadores (el otro era Pocho Arismendi), quienes en ese entonces estaban al mando del club del oeste del Gran Buenos Aires, con dirigentes de la institución de Colombia lo hicieron posible. El encuentro finalizó 1 a 1 y, si bien Armani no tuvo una actuación descollante, atajó bien y Norberto Peluffo, Director Deportivo de Nacional de Medellín, quedó encantando.

Un joven Franco Armani premiado en el Atanasio Girardot de Medellín, cuando atajaba para Atlético Nacional. (Foto: AFP/Raul Arboleda).

Un joven Franco Armani premiado en el Atanasio Girardot de Medellín, cuando atajaba para Atlético Nacional. (Foto: AFP/Raul Arboleda).

El club colombiano inició las gestiones y a mitad de ese año Armani debía decidir qué hacía con su vida. El pase era de Estudiantes, pero de Merlo tenía que irse porque ya había estado a préstamo dos años consecutivos y finalizaba el acuerdo. “Querían que se vaya a Colombia y yo le dije que tenía que quedarse en Argentina. Que ahora no lo veía nadie porque atajaba en Deportivo Merlo, pero que si iba a un club grande del Nacional B la iba a romper y en uno o dos años iba a estar jugando en Primera. En Colombia podía perderse. Por suerte me equivoqué. Pero, de todos modos, acá no tuvo la repercusión que merecía”, reveló De la Riva.

En ese sentido, De la Riva coincide con Torres en que «lo observaron tarde. No puedo entender como otros entrenadores, incluso de la Selección, hayan tardado tanto en fijarse en él y en sus condiciones en el arco».

El camino a la gloria

El camino de Armani en Colombia arrancó con espinas. A los seis meses quería volverse porque no atajaba. Llegó Santiago Escobar y, al menos, empezó a jugar en la Copa Colombia, ya que en los partidos de Liga lo hacía otro argentino, Gastón Pezzuti (ex Racing), quien andaba muy bien.

“Le fue difícil a Franco, al principio. Cuando yo llegué, Pezzuti estaba en un gran momento. Pero, con paciencia, Franco esperó su oportunidad. Conmigo atajaba en la Copa Colombia”, le dijo Escobar (hoy técnico de Universidad Católica de Ecuador) a Clarín.

Armani y los hinchas de Nacional, en Colombia, durante la Copa Libertadores 2016. (Foto: AFP/Raúl Arboleda).

Armani y los hinchas de Nacional, en Colombia, durante la Copa Libertadores 2016. (Foto: AFP/Raúl Arboleda).

Y dio las claves acerca de por qué terminó siendo figura e ídolo de Nacional de Medellín: “Es una persona de gran calidad y hacía todo con mucho profesionalismo. A pesar de que no era titular, siempre ayudó a Pezzuti y a sus compañeros. En la parte técnica cambió algunos hábitos: en su alimentación y en el gimnasio. Y mejoró su masa muscular. Era de los primeros que llegaba y el último en irse. Le marcaba el ejemplo a todos sus compañeros: se quedaba ensayando penales, centro de los costados, todo… Era muy inquieto”.

Con Escobar en el banco, Armani sembró la semilla en Atlético Nacional. Pero la planta dio sus frutos recién cuando arribó Juan Carlos Osorio. Armani no sabía si quedarse o volverse a Deportivo Merlo. Y lo encaró a Osorio. Este le dijo que le iba a dar un partido y después iba a decidir.

Pero… En ese encuentro, Franco se rompió los ligamentos cruzados de una de sus rodillas. Tuvo que quedarse en Colombia. Y después de esa lesión, como por obra y magia del destino o de Dios (al que Armani se aferró luego de que su mujer, la modelo colombiana Daniela Rendón lo acercara a la iglesia)todo cambió.

Armani y Rene Higuita, gloria del arco colombiano, en su despedida de Medellín. (Foto: AFP/Joaquín Sarmiento).

Armani y Rene Higuita, gloria del arco colombiano, en su despedida de Medellín. (Foto: AFP/Joaquín Sarmiento).

Por entonces, Franco visitó una «canalizadora de ángeles» quien «lo hizo hablar» con su abuela fallecida y la vidente le anticipó que sus momentos de gloria arrancarían «entre los 28 y 29 años».

“Le di la oportunidad a Armani de ser titular cuando decidí no renovarle a Pezzuti. Y Franco tuvo una gran determinación para tomar esa responsabilidad. Tomé esa decisión porque vi que era muy bueno, muy ágil y que podía tener futuro de selección”, aseguró Osorio en diálogo con este diario.

El resto es historia conocida: la explosión de Armani en Nacional de Medellín. Allí fue figura y ganó 13 títulos, Copa Libertadores incluida. Tuvo una despedida multitudinaria antes de volver a la Argentina para defender el arco de River y soñar más que nunca con la Selección y con el Mundial de Rusia.

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