torneo

Hace 70 años comenzaba el torneo más insólito de la historia

DeportesNacionales

Arbitros ingleses, tres escoceses en Newell’s, huelga de profesionales, un candidato al título que no se presentó a jugar las últimas dos fechas, descensos suspendidos y un campeón impensado. Hace setenta años, el 11 de abril de 1948, comenzaba el torneo más insólito de la historia del fútbol argentino.

La primera gran novedad fue la contratación de ocho árbitros ingleses: David Gregory, James Provan, Aubrey Withe, Lionel Gibbs, Charles James Dean, Harry Hartles, John Cox y William Brown. ¿Los motivos? Los de siempre: acusaciones de falta de capacidad y favoritismos. Además, para 1947 los árbitros tenían tres entidades y ningún gremio: La Asociación Argentina de Arbitros de Fútbol (no la actual AAA), la Federación Metropolitana y la Federación de Arbitros. “Cada una observa los problemas desde su ángulo y las consecuencias no hacen más que dividirnos”, decía en la revista La Cancha el árbitro Roberto Fuster. A finales de 1947 ya se hablaba de la llegada de los ingleses. Fuster señaló: “Deseo que vengan porque yo seré uno más entre los muchos que aprenderemos; los referís ingleses, a mi juicio, son necesarios como maestros”. Fuster, quien entre 1945 y 1947 había dirigido 39 partidos, en 1948 no fue designado ni para partidos de Primera A ni de la B. Las primeras voces críticas se escucharon por los salarios a percibir por mes: 1.000 pesos para los ingleses mientras que los argentinos cobraban 200 pesos.

La contratación resultó un acierto. No hubo grandes escándalos y los fallos fueron más equitativos. Al menos al principio. Hubo una sensación: a los equipos chicos también le cobraban penales. Por eso hubo más sanciones. Es cierto, de 56 penales en 1947 se pasó a 100 en 1948. Pero el reparto fue igual: 68 % para los equipos chicos y 32 para los cinco grandes (18 de 56 en 1947 y 32 de 100 en 1948). Dos meses después de iniciado el torneo los árbitros locales alzaron su voz de bronca y dejaron en claro que no existían antecedentes para sospechar de la moral de ellos y que no se consideraban inferiores a los ingleses. En 1948 la mayoría de los partidos fueron dirigidos por los ocho británicos, hasta que uno de ellos decidió volver a Inglaterra por problemas personales. Entonces, algunos “locales” lograron volver a dirigir en Primera A. Al finalizar la temporada, la crítica del periodista C. Diana Costa en La Cancha era favorable: «Han cumplido, no cabe dudas. Ahora les corresponde a los nuestros sacar provecho de lo visto, seguir con serenidad por el camino abierto y crear en todo el mundo la conciencia de que el referí se equivoca porque es humano, nada más«.

La actuación de los árbitros ingleses vista por la revista La Cancha.

La actuación de los árbitros ingleses vista por la revista La Cancha.

La llegada de los ingleses coincidió con la designación de Manuel Paulino Rodríguez, ex jugador y dirigente de Newell’s, en la Comisión de Arbitros. El viajó a Inglaterra para las negociaciones. Y de paso arregló la contratación de tres jugadores escoceses para su club. Cuenta Carlos Durhand, periodista e historiador rosarino, que los tres llegaron “en calidad de libres”. Por Willian Kilpatrick (Morton Club), Donald Mac Donald (Klimarnock) y Stewart Mac Callum (Hearts), Newell’s pagó, entre primas y pasajes de ida y vuelta, unos 26.698 pesos y, de sueldos, otros 10.799, según consta en la Memoria y Balance del club. Fueron un fracaso: Mac Donald jugó tres partidos y los otros dos, uno cada uno.

La Memoria y Balance de Newell's de 1948 sobre la contratación de los ingleses.

La Memoria y Balance de Newells de 1948 sobre la contratación de los ingleses.

La vieja disputa entre jugadores y dirigentes explotó ese año a partir de la aprobación en m marzo del Nuevo Régimen de Futbolistas. Ya existía Agremiados. Los directivos de la AFA no lo reconocían. En junio hubo amenaza de huelga. Fue suspendida. El fin de semana del 30 y 31 de octubre los jugadores hicieron un paro simbólico de un minuto. El 1° de noviembre la AFA decidió suspender el torneo. El 8 los jugadores decretaron la huelga, que duró casi cinco meses. El AFA continuó el torneo con juveniles. Racing, que en un principio propuso la suspensión del campeonato, perdió el título y no se presentó a jugar los últimos dos partidos. Incluso amenazó con desafiliarse de la AFA. Independiente fue el inesperado campeón (mañana presentará un modelo de camiseta que remite a ese título). Gimnasia y Tigre, que debían descender, se salvaron. Y el campeonato de Primera B se suspendió. Todo, en un sólo torneo. Bien insólito.

Seguir Leyendo:
Deportes‎ ‎ |‎ ‎‎ ‎Nacionales
LO MÁS DESTACADO
keyboard_arrow_up