A la madrugada tuvimos el diluvio. Pero 15.30 un sol evaperonista dio la bienvenida a un renovado Sarmiento a la Primera Nacional.
El Verde mereció más, pero los errores en la definición hicieron que no pudiera pasar del empate sin goles ante Santamarina.
Los dirigidos por Delfino no tardaron en adueñarse del protagonismo. El pase preciso de Vismara y el desequilibrio de Magnin se impusieron en las acciones.
A los ocho se materializó la primera clara. Pombo apareció por sorpresa, casi pisando el área chica, para recibir un centro al que llegó exigido y terminó enviando la pelota por encima del travesaño.
Bicho, Magnin. Ganó con el cuerpo a los 19 y su remate, borde de área, se fue apenas arriba del travesaño. La más clara de Sarmiento en el primer tiempo llegó a los 24. Otra vez el 7 exigió la salvada del arquero Papaleo y Borasi lo perdió en el rebote con el arco solo. ¡Lo que te morfaste, pibe!
El complemento no modificó el trámite de las acciones. De arranque, a los 3 minutos, un centro raso de Molina se desvió en un defensor y no llegó a conectar Magnin.
Dos minutos más tarde, apenas una aproximación para la visita. Salió al bulto Vicentini en un tiro de esquina y terminó golpeado, cuando la pelota se fue por línea de fondo.
A los 9′, Núñez reemplazó a Colzera y apunto estuvo de romper el cero. Conecto con Magnin y en la devolución del 7 estuvo a centímetros de conectar desde el borde del área chica.
A falta de referencia de área, Defino buscó ganar mayor movilidad en ataque con el ingreso de Fornarina por Borasi. Sarmiento siguió yendo y a los 31 volvió a desperdiciar una clara ocasión de gol. Núñez llegó por el segundo palo a recibir un centro que llegó desde la derecha, pero le erró al arco en su definición de zurda.
Se fueron apagando los rayos de sol, a la vez que Sarmiento fue discontinuando los ataques. Y se pararon varios corazones por un segundo en el Eva Perón cuando un remate de Michel pasó tan cerca del palo de Vicentini que movió la red del lado de afuera.
Faltaban siete para que se cumpliera el tiempo reglamentario y llegó tal vez la única mancha en el buen debut de Magnin. Mano a mano con Papaleo, el delantero tuvo el gol del triunfo, pero su definición se fue besando el poste izquierdo.
No hubo tiempo para más. Sarmiento mereció no irse masticando la bronca del cero a cero. Santamarina, se vuelve a Tandil habiendo hecho demasiado buen negocio.
Por Juani Portiglia
Fotos: Eugenia Reynoso
