Los casos de abusos sexual en manos del sacerdote Fernando Karadima fue el puntapié inicial para que hoy todos los obispos de Chile presentaran su denuncia en el Vaticano . Si bien son abusos que ocurrieron en los años 80, las víctimas salieron a hablar recién en 2010 donde los casos se hicieron públicos.
El sacerdote fue considerado culpable por la Justicia pero le retiró los cargos criminales porque había pasado muchísimo tiempo.
Por su parte, el Vaticano reconoció que era culpable de los abusos pero en vez de echarlo de la Iglesia, lo envió a un convento para que pasara el resto de sus días en “penitencia y en oración”.
Los chilenos se vieron ofendidos por la respuesta del Vaticano ante el caso de abusos pero lo que más les indignó fue que el Papa Francisco nombrara en 2015 Obispo de la Diócesis de Osorno a Juan Barrios a quien señalan como encubridor y cómplice de los abusos.
En su reciente visita a Chile, el papa Francisco fue cuestionado por esta decisión y en base a los casos de abuso expresó públicamente que “no hay pruebas en contra de Barros. Cuando haya alguna evidencia volveré a hablar del tema” explicó. Sin embargo frente al descontento de la población, Francisco se reunió durante tres días en el Vaticano con todos los obispos chilenos quien finalmente pusieron a disposición su renuncia.