La ONU exhortó este sábado a Donald Trump a continuar con la larga tradición de acogida de refugiados en Estados Unidos y a no hacer «distinciones de raza, nacionalidad o religión» después de que el presidente estadounidense suspendiera por decreto la llegada de refugiados a EEUU e impusiera nuevas trabas a viajeros procedentes de siete países musulmanes, con el fin de evitar la eventual entrada de «terroristas islámicos radicales».
En una declaración conjunta, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) recordaron que «las necesidades de los refugiados y migrantes en el mundo nunca fueron mayores» y que el programa estadounidense de reasentamiento «es uno de los más importantes en el mundo».
Ambos organismos esperan que Estados Unidos «continúe con su importante papel y su larga tradición de proteger a quienes huyen del conflicto y la persecución».
«La política estadounidense de recibir a los refugiados generó una situación doblemente ventajosa: salvó las vidas de algunas de las personas más vulnerables del mundo, quienes a cambio enriquecieron y fortalecieron a sus sociedades (de acogida)», añaden Acnur y la OIM.