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Lourdes Pérez, identidad y carácter al servicio de Sarmiento

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La misma que llegó con el boletín en mano, con notas que ponen orgullosa a mamá. La que va a recibir la bandera en el colegio, para portarla durante su último año. Esa misma, con 16 años, sale a la cancha y nada más importa que el fútbol y Sarmiento.

Lourdes Pérez arrancó a jugar hace más de cuatro años, cuando El Verde se había vuelto a decidir a apostar al fútbol femenino. Ella también apostó, superó las crisis que la hicieron pensar más de una vez en largar la pelota y el último domingo se dio el gusto de disputar su primer partido como titular en la Primera B de AFA.

«No lo supe hasta el día del partido. Se había lesionado Florencia (Gamarra) y era muy posible que Lucía (Inglese) pasara a la mitad de la cancha. Pero pensé no voy a entrar, alguna otra solución van a encontrar. Yo, de todas las fechas, solo jugué diez minutos en una. Entonces pensé que Sergio no me iba a poner de arranque», le contó la defensora a Junín 24.

Ni siquiera tuvo tiempo de ponerse nerviosa, porque tal y como dijo solo fue recibir la noticia y salir a jugar: «Estábamos en el vestuario, esperando que den la formación, y dice: Lucía Inglese con la cinco, Lourdes Pérez con la seis… Yo quedé tildada. Me quedé mirando a Sergio como diciendo ¿no te equivocaste? Y no, era yo».

Para Lourdes, haberse enterado de esa manera que sería titular por primera vez en un campeonato que es histórico para Sarmiento fue clave para evitar tensiones que podrían haber conspirado contra su mejor producción. Aunque reconoció que le llevó algún que otro minuto terminar de entender qué es lo que iba a pasar. «No caí hasta que entré a la cancha. Meli Garialdi me vio la cara y me dijo ey, tranquila«, recordó entre risas.

Se plantó en la zaga con Victoria Jancich, una compañera con la que recorrió todas las categorías formativas, y se fue no solo con un valioso triunfo en condición de visitante, sino también con la satisfacción del deber cumplido.

«Por suerte me felicitaron todos y me dijeron que había jugado un buen partido»

«Me sentí re bien. Me gustó cómo estuvimos. Por suerte me felicitaron todos y me dijeron que había jugado un buen partido. Eso me relajó un montón. Con Victoria nos conocemos muchísimo. Jugamos desde el arranque del fútbol femenino de Sarmiento, por 2015. Desde ahí nunca más nos separamos. Siempre jugamos juntas. Antes eramos delanteras las dos, imaginate lo que podía llegar a ser eso», contó.

Algo de aquella vieja dupla ofensiva que supieron ser se reencarnó en la cancha de Lima FC, cuando Las Maestras se encontraban en desventaja por un gol tempranero de las rivales. «Fui a buscar el cabezazo y la peiné. le cayó a Vicky y metió un golazo. Ponele que le di la asistencia». Fue triunfo 3-2. Uno más para que les empiece a quedar chico ese objetivo que planteó Barbagelata tras la seguidilla de derrotas, únicas en el torneo, ante Argentinos Juniors y Ferro.

«Faltan dos partidos para cerrar el año y estamos rompiendo la meta que se había puesto Sergio, que era llegar décimas a fin de año. Cuando vimos la tabla y estábamos séptimas dijimos bueno, si quedamos ahí re bien. Y ahora estamos quintas, con la posibilidad de seguir subiendo. Nos queda Defensa y Justicia acá, que va a ser duro, y un partido muy difícil con Comunicaciones, que está peleando la punta».

La segunda mitad de la temporada será muy diferente para Sarmiento, porque la intención del presidente Fernando Chiófalo, en acuerdo con el cuerpo técnico, es dar al equipo una estructura de mayor profesionalismo, que implicará pasar de tres entrenamientos semanales a cuatro o cinco, incluso con la posibilidad de que haya días en los que se entrene en doble turno.

Para Lourdes Pérez, el cambio será grande. Pero también necesario. «Es lo que necesitamos para estar a la altura de los equipos de arriba. Hoy para ese nivel nos está faltando tanto en lo físico como en lo técnico-táctico. Yo miro Argentinos y digo pucha, estuvimos ahí. No perdió ni un partido y nosotras estuvimos re parejas. Nos guardamos ese triunfo para cuando sea la zona campeonato. Le vamos a ganar».

Pero también serán otros los cambios que deberá afrontar Sarmiento desde el inicio de 2020. Son varias las jugadoras del plantel que, habiendo terminado el secundario, tomaron la decisión de irse a estudiar fuera de Junín y, en consecuencia, ya no podrán ser parte del equipo.

«Si el año que viene estamos por ascender, no me voy a estudiar nada. Que mi mamá espere, ja».

«Pienso que para la mujer es una obligación irse a estudiar, por saber que no van a poder vivir del fútbol. También las chicas grandes que vinieron y saben que tienen que trabajar sí o sí, porque no van a tener ese sustento solo entrenando y jugando», reflexionó la defensora sobre esta realidad que no es ajena a ningún equipo de fútbol femenino.

Puede que las mismas sensaciones, con mezcla de angustias y expectativas por el futuro, sean las que aborden a Lourdes Pérez cuando empiece a consumirse 2020. Pero tiempo al tiempo, que sino no se disfruta. «No sé a dónde estará Sarmento en diciembre del próximo año. Si estamos por ascender, no me voy a estudiar nada. Que mi mamá espere, que estudio otro año».

IDENTIDAD SARMIENTISTA

El deseo, como el de todas sus compañeras, es tener la mayor continuidad posible en Primera B. Pero para Lourdes Pérez, lo que sea por Sarmiento. Por eso la vimos jugar también en la Primera local e incluso en Sub-17, donde tal vez haya dado la mayor muestra de carácter e identidad que nos tocó ver jamás en una deportista de su edad.

Fue tras una sufrida semifinal de Sub-17 ante Rivadavia de Junín, partido en que Las Maestras perdían 2-0 y que pudieron dar vuelta para ganarlo 3-2 y meterse en la final. Ahí nomas, abrazada a sus compañeras, muchas de ellas jugadoras de la Sub-15, dio un discurso que nos puso la piel de gallina.

«Me tocó jugar con la Sub-17 y con nenas muy chiquitas, que a veces sienten que tal o cual cosa no les va a salir. A mí me pasaba y no es que soy super grande. Pero después de cinco años de estar jugando sentí la necesidad de decirles eso, que confiaran en ellas mismas, que le hicieran caso a lo que les dice Jonny (Villarreal)… Me gusta hablar, decir lo que pienso. Carácter tengo mucho».

Y en esa construcción de la identidad de Las Maestras, bien lo sabe Lourdes Pérez, es imposible pasar de largo el nombre de Jonathan Villarreal. «Él estaba cuando arranqué. Siempre le hago acordar que vino un profesor y se fue, después otro más que también se fue. No sé si ninguno nos soportaba o qué. Y Jonathan tiene algo que lo hace entendernos. Es amigo, es compañero. Desde el día uno sentimos esa confianza con él para decirle si estábamos mal, si teníamos algún problema en nuestra casa. Yo he pasado por malos momentos y he podido hablarlo con él y que me entienda. Tiene mucho que ver con que yo hoy en día siga jugando, porque un montón de veces quise dejar».

Por suerte, también por Jonny, Lourdes no dejó. Y ojalá no deje nunca…

Por Juani Portiglia – @JIPortiglia

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