Pasaron poco más de seis meses desde que Melina Fava hizo su debut en Primera B con Las Maestras, enfrentando a San Miguel. Para ese entonces, ya sabía que este 2022 la llevaría a la capital de la provincia, donde ya inició sus estudios de la carrera de educación física. Pero desde antes de irse, la arquera de Chacabuco ya tenía decidido además dar continuidad a su carrera futbolística. Se probó y encontró lugar en Estudiantes de La Plata, donde se entrena desde hace ya cuatro meses.
El pasado domingo, después de una larga espera que tuvo que ver con el desarrollo de los torneos sudamericanos Sub-17 y Sub-20, se inició el Campeonato de Reserva de AFA. Llegó, entonces, la hora del debut para la ex-Sarmiento, que defendió el arco de Las Pinchas en el estreno con empate 1-1 en la visita a UAI Urquiza en Rancho Taxco.
-¿Cómo fueron estos primeros meses de estudio perteneciendo además a un plantel de alta competencia?
-No te voy a mentir, hay momentos en los que se complica. Pero le busqué la vuelta a los horarios y más que nada a la organización del tiempo. Y no me está yendo mal. Estoy equilibrando bastante bien las dos cosas. Lo que sí, le dedico el tiempo a esas dos cosas. Nada que ver con la vida que tenía en Chacabuco o Junín, que me juntaba mucho más con mis amigas. Ahora es estudio y fútbol. Si queda un rato, trato de juntarme.
-¿Tenías ansiedad por la llegada de esta primera fecha del Torneo de Reserva?
-Sí. Fue muy larga la espera. La verdad que nadie pensó que iba a ser tanto. Además no es que vos sabías que ibas a tener que esperar tanto. Vos decías bueno un mes. Y después te decían 15 días más. Y 15 días más. Estaban acumuladas todas las ganas y se iba alargando. Hasta que llegó.
-¿Y cómo lo viviste?
-Bien. Creo que al final me sirvió que se hiciera más larga la pretemporada para adaptarme mejor. Creo que lo pude aprovechar. Pero estaba con muchas ganas de arrancar, del domingo ir a la cancha a jugar. La rutina de levantarte, prepararte… Se extrañaba mucho.
-¿En todo este tiempo fuiste sintiendo que ibas a ser la arquera titular o te tomó por sorpresa?
-En realidad yo pensaba que iba a compartir mucho el puesto con la otra arquera, pero ella tuvo algunos problemas de salud, no estuvo haciendo la pretemporada y entonces yo me fui ganando el lugar. La tercera arquera está con Primera también, entonces hay días que puede viajar con nosotras y días que no. Justamente el domingo estuvimos sin arquera suplente. Tuvimos una jugadora de campo que se puso el buzo de arquera por reglamento más que nada. Pero después jugó.
-¿Habían podido hacer durante la pretemporada amistosos con equipos de Reserva con los que van a competir o el domingo fue la primera medida real que tuvieron de lo que se van a encontrar?
-Con equipos de AFA hicimos solo con Argentino de Quilmes, con el equipo de Reserva. Pero no compite en el torneo. Después hicimos con equipos de acá de La Plata, con varones de Estudiantes y con la Sub-16. Pero sí la primera prueba para ver dónde estábamos fue con UAI. Fue un punto que vale. Nos sirvió bastante para entender que tenemos con qué jugar el campeonato. La UAI no es un equipo cualquiera. Es un nombre que suena fuerte. Pero nos sacamos eso de la cabeza y fuimos a ganar. Se dio un empate. Es un punto que vale y que merecíamos. Nos sirvió para saber que tenemos con qué afrontar este campeonato.
-¿Tuviste mucho trabajo?
-El primer tiempo fue bastante de ellas y tuve un mano a mano, un tiro libre. Estuvo complicado el primer tiempo. El segundo fue más intenso de parte nuestra. Primero llegó el gol de ellas por un error nuestro en la salida, un error que dije ¡uy, la puta! Pero enseguida teníamos con qué salir a empatarlo, las chicas no aflojaron en ningún momento y encontramos ese empate que merecíamos.
-Tengo la sensación que los equipos del interior pueden llegar a tener planteles de Reserva más competitivos que algunos equipos que son fuertes en Primera División. ¿Lo sentís así?
-Sí, yo también lo veo así. Acá cerca hay muchas localidades de las que vienen chicas. Cada vez más chicas del interior se quieren ir metiendo en el mundo del fútbol y acá se les da esa posibilidad. Yo creo que vamos a ser un equipo fuerte en el Torneo de Reserva. Yo vine a estudiar y disfrutar de jugar al fútbol, pero cuando empecé a entrenar, a conocer a las chicas, noté que había un equipazo, con mentalidad ganadora. Creo que podemos ser uno de los equipos fuertes. Ojalá sea así.
-En Sarmiento te adaptaste muy rápido al grupo. ¿Te pasó parecido acá?
-Fue distinto. Fue un poquito más difícil incorporarme. Creo que la ciudad en sí se me hizo distinta a lo que fue Junín. Pero cuando empecé a conocerme con las chicas, me incorporé re bien. Y ahora puedo decir que me llevó re bien con todas. La realidad es que el grupo que formamos allá en Junín fue hermoso. Pero también estoy contenta acá. Esperemos que llegue a ser como fue en Junín, donde pasé dos años hermosos.
-¿Sentís que en esos dos años pudiste jugar menos de lo que hubieses querido?
-Sí, me pasó eso. Yo miro todo el tiempo que estuve en Sarmiento y digo uy, cómo me hubiera gustado jugar muchos más partidos como juegan las chicas. Pero a la vez no tengo de qué quejarme, porque los entrenamientos los disfruté, los viajes los disfruté, cuando me tocó jugar lo viví como algo muy lindo. Y ya está. Disfruto de lo que pasé y no de lo que no pasé. Espero acá poder utilizar como algo positivo lo que saqué de esa experiencia.
-Siendo pionera de las chacabuquenses en Sarmiento, ¿cómo vivís que ahora hayan sido varias más las que llegaron?
-Yo soy amiga de Luchi (Pelatti), aunque no llegamos a jugar juntas en Sarmiento. También de Male (Aveldaño). Siempre le decía a las chicas que vayan, prueben, intenten. Les hablaba bien del club, obviamente. Les decía que era una oportunidad linda. En la escuela éramos cuatro o cinco que jugábamos fútbol y siempre les estaba diciendo que vayan. Ahora fue también Valentina Di Piero. Y estoy contenta de que hayan ido porque es una oportunidad re linda.
-¿En qué sentís que te sirvió más el paso por Sarmiento para afrontar esta etapa en Estudiantes?
-Fue una de las cosas más importantes. A mí me sirvió muchísimo ya desde la adaptación a no estar tanto en casa. Cuando iba a Junín vivía viajando, muchos días seguidos me quedaba. Y me re sirvió para manejar el extrañar, para independizarme y aprender a hacer un montón de cosas sola. Creo que ese paso por Sarmiento me sirvió para hoy estar más cómoda acá.
-¿Ya pensás en jugar en la Primera de Estudiantes?
-No es algo que esté pensando ahora. Si bien nos hablan mucho y nos dicen que es una gran ventana a Primera, que tenemos chicas que están formando parte de los dos equipos, hoy estoy pensando en Reserva, que es donde vine a hacer la prueba. Ya veremos más adelante.
-Hablando de ventanas, ¿sentís que en la Reserva de Estudiantes podés llegar a estar más a los ojos de una selección juvenil que lo que lo estabas en la Primera de Sarmiento?
-Ojalá eso llegue algún día. Es un sueño. Me voy a dormir pensando en que ojalá me toque la oportunidad. Pero hay que ir de a poco. Vamos a ver cómo me va este año.
-¿Qué cosas te sorprendieron por estar en Estudiantes o sentís que no habías vivido antes?
-Ver a los jugadores de Primera entrenando ahí, ver el entrenamiento de ese equipo que está jugando Copa Libertadores. Por momentos no lo puedo creer. A Andujar ya me lo crucé como tres o cuatro veces. Ya lo saludo cuando lo cruzo, jaja. Es una locura. Y a nivel estructura del Country de City Bell, que es gigante. Nos ofrecen médico, nutricionista, kinesiólogo, obra social. Estoy muy conforme con lo que nos da el club. El estadio. La experiencia de ir a ver a las chicas de Primera jugar ahí. Haber entrenado con las arqueras de Primera. Todo eso es buenísimo. Y los hinchas. Vas caminando y las paredes pintadas, los bocinazos. Vas caminando con la ropa del club y algo te dicen.
-¿Hay en el equipo de Reserva jugadoras que son de muy lejos o eso no pasa todavía?
-Sí, eso me sorprendió bastante. Por ejemplo, hay una chica de Bariloche, Flor Antón, con la que me hice re amiga porque creo que nos une esto de ser de otro lugar, vivir lejos de casa. También con Renata Camadro, que es de Cipoletti. Ellas capaz que nada más ven a sus familias para las vacaciones. Es una locura.
-¿Y vos cómo manejás el tema de ver a la familia?
-Acá me pasa que mis amigas el fin de semana agarran y se van a Chacabuco. Me preguntan, cuándo vas a ir a Chacabuco. No puedo, tengo fútbol. Pero ya me mentalicé que iré cuando tenga algún finde sin competencia y que justo no me coincida con la facu, porque curso los lunes temprano. Cuesta no poder volver, se extraña. Pero lo estoy llevando bien porque estoy entretenida. Disfruto el fútbol y eso hace que valga la pena. Y obviamente mis viejos ya están organizando a ver cuándo pueden venir.
