Tener una vida sexual saludable activa es bueno para todas las personas, tanto para llevar una vida saludable como también para conectar con otras personas. Si bien no existe una frecuencia estipulada para tener relaciones sexuales, al tener un orgasmo el cuerpo produce una sensación de bienestar de forma natural. De no tener sexo por un largo tiempo, puede traer consecuencias negativas para el cuerpo.
Quienes tienen relaciones sexuales con mayor frecuencia suelen tener niveles más elevados de anticuerpos contra gérmenes y bacterias, por lo que la falta de sexo puede generar una disminución de las defensas del sistema inmunitario.
No lograr un orgasmo por un largo período de tiempo puede perjudicar la salud mental y provocar que la persona pierda el interés en el sexo por completo. Las personas que tienen una vida sexual activa tienen bajos niveles de estrés y ansiedad.
Cuando las mujeres transitan la menopausia, es normal que sientan resequedad de las paredes vaginales por falta de estrógenos, y de no tener relaciones sexuales pueden sufrir lo que expertos llaman “atrofia vaginal”. En el caso de los hombres, tener relaciones sexuales disminuyen los riesgos de padecer cáncer de próstata.
Una persona puede sobrevivir sin practicar sexo, pero al igual que ocurre con el deporte o con la alimentación saludable, la calidad de vida puede empeorar. Algunos estudios han demostrado que las personas adultas que no tienen sexo durante un largo período de tiempo, pueden desarrollar problemas de autoestima, estrés y ansiedad. Al hablar de sexo no solo nos referimos a la penetración. Es importante saber que se puede lograr un orgasmo de diferentes maneras, y hacerlo con frecuencia permite evitar los efectos de la falta de sexo en el cuerpo.
