Tarjeta de débito en dólares: el gobierno busca implementar el sistema en febrero

El gobierno avanza en su plan para implementar las tarjetas de débito bimonetarias, que permitirán a los usuarios pagar en pesos o dólares con un único plástico, según la moneda disponible en la cuenta o la preferencia del cliente. Esta iniciativa, impulsada por el equipo económico, busca facilitar el uso de los dólares ingresados al sistema bancario por el reciente blanqueo de capitales, que sumó unos US$20.000 millones, y promover su circulación en la economía.

Cómo funcionarán las tarjetas bimonetarias

Actualmente, algunos bancos ofrecen la opción de asociar una tarjeta de débito a una cuenta en dólares. Sin embargo, la novedad es que estas nuevas tarjetas permitirán seleccionar automáticamente la moneda a debitar, dependiendo del saldo disponible o la elección del usuario.

El gobierno apunta a que este sistema beneficie principalmente sectores como turismo y electrónica, aunque también busca expandir el uso del dólar a otras transacciones cotidianas, más allá de bienes tradicionalmente dolarizados, como propiedades y vehículos.

Sin impuestos ni recargos

Una de las principales ventajas del sistema es que las compras realizadas en dólares no tendrán recargos ni impuestos adicionales, algo que podría impulsar su adopción.

Lanzamiento estimado: febrero de 2025

El ecosistema financiero trabaja intensamente para que las tarjetas bimonetarias estén disponibles a partir de febrero de 2025. Fuentes de empresas de medios de pago como Fiserv, Visa y Mastercard confirmaron que los desarrollos están en marcha, aunque restan ajustes en los sistemas bancarios y de cobro de los comercios, como los vinculados al uso de códigos QR.

«Estamos trabajando para que se pueda pagar cualquier cosa en pesos o dólares con tarjeta de débito. En febrero debería estar operativo», señalaron desde el sector, destacando el esfuerzo conjunto entre bancos, marcas de tarjetas y procesadores.

Próximos pasos y proyección

Según Mastercard, el sistema inicialmente se habilitará para tarjetas de débito, pero podría extenderse en el futuro a tarjetas de crédito y prepagas, dependiendo de ajustes normativos.

El gobierno confía en que esta medida será un paso clave para dinamizar el mercado y brindar mayor flexibilidad a los usuarios, facilitando la coexistencia de ambas monedas en la vida cotidiana de los argentinos.