La teoría de la cebolla: el método que aplican las parejas exitosas para alcanzar una conexión profunda

En el inicio de una relación, las expectativas y la curiosidad sobre el futuro son inmensas. Nos preguntamos si realmente somos compatibles, qué tan bien nos conocemos y cuál es la mejor manera de construir una relación sólida. En el ámbito de la psicología de relaciones, existe una teoría que sugiere un camino para descubrir la compatibilidad y la conexión verdadera con nuestra pareja: la teoría de la cebolla.

¿En qué consiste la teoría de la cebolla?

La teoría de la cebolla plantea que, al igual que este vegetal, la personalidad de una persona está formada por capas que se deben descubrir de manera gradual. Cada una representa diferentes niveles de profundidad en la relación y, según los expertos, solo al llegar al «corazón» se establece una conexión profunda y auténtica. Esther Cantos, psicóloga española, explica que estas capas pueden dividirse en tres principales niveles:

• Capas externas: Corresponden a la información superficial que compartimos al conocernos, como el nombre, la ocupación y los intereses básicos. Estas capas suelen ser atractivas de inmediato, pero también actúan como una especie de defensa y filtro.
• Capas intermedias: Representan las opiniones, creencias y experiencias personales. Esta fase aparece con mayor confianza y marca una profundización en la relación, donde se revelan aspectos que pueden conectar o distanciar a las parejas.
• Capas internas: En este nivel, se revelan los aspectos más privados, como miedos, inseguridades y deseos personales. Estas capas demandan una confianza plena y suelen mostrarse solo con las personas más cercanas.

Las etapas de la relación según la teoría de la cebolla

Para aplicar esta teoría, el proceso se divide en distintas etapas, cada una caracterizada por la gradualidad con la que se descubren las capas de cada integrante de la pareja.

1. Etapa inicial: las capas externas. Aquí se revelan aspectos superficiales y comunes que permiten evaluar la compatibilidad inicial y establecer una base de confianza.
2. Etapa de conocimiento: las capas intermedias. La relación profundiza, abordando temas de mayor complejidad, como experiencias previas y valores personales. Este momento es crucial para conocer las creencias y principios de la otra persona.
3. Etapa de profundización: las capas internas. Con un lazo más fuerte, las parejas comienzan a compartir vulnerabilidades, miedos y metas a largo plazo. Esta apertura fomenta una conexión emocional sólida.
4. Etapa de intimidad profunda: el corazón de la cebolla. En esta etapa, se comparte la esencia más íntima de cada uno, llegando al núcleo de la relación donde ambos se aceptan plenamente. Es un nivel de intimidad en el que las parejas se sienten seguras, comprendidas y apoyadas incondicionalmente.

El peligro de quedarse en la superficie

Los psicólogos advierten que muchas parejas no logran alcanzar las capas profundas de la relación, manteniéndose en aspectos superficiales como la apariencia física o los intereses comunes. Estos elementos, aunque son importantes al inicio, no son suficientes para sostener una relación a largo plazo. Para que una pareja perdure, es fundamental compartir valores, principios y un propósito en común.

Consejos para aplicar la teoría de la cebolla en la relación

Los expertos recomiendan avanzar sin prisa y sin miedo en las capas de la personalidad de la pareja. Al entrar en cada una, se revelan señales de compatibilidad o incompatibilidad, permitiendo tomar decisiones conscientes antes de comprometerse de manera profunda. Esta introspección ayuda a evitar relaciones basadas solo en la superficie, promoviendo vínculos más estables y genuinos.

Al aplicar la teoría de la cebolla, las parejas pueden descubrir si comparten una visión de vida y sentimientos arraigados, fortaleciendo la relación y aumentando las probabilidades de construir una historia de amor duradera.