En los últimos tiempos, figuras destacadas como Benjamín Vicuña, Mica Viciconte y Eva Bargiela han optado por una práctica que despierta curiosidad y controversia: el Método Wim Hof
El Método Wim Hof: Sumergiéndose en las aguas heladas que atraen a los famosos
A través de las redes sociales, estas personalidades comparten imágenes y videos sumergiéndose en piletas llenas de agua helada, generando preguntas sobre su propósito, beneficios y su idoneidad para el público en general.
El Método Wim Hof, nombrado en honor a su creador, un holandés de 64 años, surgió como una respuesta a las adversidades de la vida. Tras experimentar la pérdida de su esposa en 1995, Hof descubrió que las inmersiones en agua fría le brindaban la fuerza necesaria para enfrentar cada día. Aunque inicialmente fue recibido con escepticismo, sus logros, incluyendo 26 récords Guinness, captaron la atención del público y de la televisión, lo que le permitió difundir su método.
Julieta Rubinstein, una de las diez instructoras certificadas del Método Wim Hof en Argentina, destaca que la práctica se fundamenta en tres pilares: la respiración consciente, la exposición al frío y el enfoque mental. Según Rubinstein, esta técnica no se trata de soportar el frío, sino de encontrar la comodidad dentro de la incomodidad. Los beneficios potenciales incluyen la liberación de hormonas del bienestar, mejoras en la resiliencia, la gestión del estrés, el enfoque y el rendimiento físico, así como efectos antiinflamatorios naturales y posibles beneficios para enfermedades autoinmunes.
Sin embargo, Rubinstein advierte que la práctica no es para todos. Personas con afecciones cardíacas, epilepsia o mujeres embarazadas deben abstenerse. Además, recomienda precaución durante la inmersión en agua helada, especialmente sin la supervisión adecuada.
Desde el punto de vista médico, el Dr. Jorge Franchella, especialista en medicina deportiva y de la salud, señala que no hay suficiente evidencia científica que respalde el Método Wim Hof. Destaca la importancia de conocer el estado de salud y la aptitud de cada individuo antes de intentar esta práctica, comparándola con la necesidad de revisar un automóvil antes de un viaje.
En conclusión, mientras que el Método Wim Hof puede ser atractivo para algunos, Franchella enfatiza que seguir una moda sin considerar la idoneidad individual puede ser perjudicial. En última instancia, la decisión de probar esta técnica debe basarse en una evaluación cuidadosa de la salud y las capacidades de cada persona.